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Roland Garros 2023

Las claves de la derrota de Alcaraz: tensión, rampa y una lección para seguir ganando

  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

La crueldad del deporte profesional puede ser tal, que el mejor tenista de un torneo, que lleva demostrándolo partido a partido con exhibiciones y sin dejar demasiado tiempo de desgaste sobre la pista, puede ver frenado su sueño por problemas físicos que no vienen derivados de ninugna lesión. Por rocambolesco que parezca, esto es lo que le sucedió a Carlos Alcaraz en la semifinal de Roland Garros, el partido que tanto llevaba soñando y que precisamente por eso, colocó sobre su propia figura tal presión que acabó acalambrándole y llevándole a una derrota durísima, la mayor de su carrera, pero de la que extrae una valiosa lección.

Cuando Carlos Alcaraz confirmó el martes que su rival en semifinales de Roland Garros sería Novak Djokovic, comenzó una historia de lucha personal en la que ambición y presión fueron de la mano hasta que la segunda acabó por romperlo todo, ya el viernes, en pleno partido. El segundo set había terminado con victoria parcial de Carlitos, que empataba a Nole e iba a más. Parecía que su físico podía marcar la diferencia y así fue, pero en un plano totalmente inesperado.

«Tienes que aprender de estas cosas para que no pasen otra vez. Tengo que tomarlo como una experiencia», relataba Carlos, en rueda de prensa y ya sin problemas físicos. Los calambres le habían agarrotado totalmente, fruto de la presión, hasta el punto de que en cuestión de dos minutos, pasó del teórico despegue a un choque que le dejaría, aún con los bemoles para mantenerse sobre la pista ante Djokovic, fuera de toda opción de superar al serbio y de meterse en la final de Roland Garros.

Sin embargo, la clave la daría el fisio del tenista español, un Juanjo Moreno que es el hombre de confianza de Carlos Alcaraz y que relató en la Cadena Cope lo que le había sucedido al murciano pero, sobre todo, cómo veían desde el equipo todo este episodio para sacar partido de cara al futuro. «Una derrota siempre duele, es difícil de encajar, pero siempre decimos que no es una derrota, sino un aprendizaje», comentaba Moreno, quien reconocía que no se trataba de un problema físico, si no de los nervios y la presión, que le habían llevado a los calambres. «He estado después del partido tratando a Carlos y su cuerpo está bien, la musculatura está en orden… pero en ese momento ha pasado mucha tensión, y se ha traducido a que en un momento de relajación ha llegado la rampa», añadió.

Otro pilar fundamental dentro del entramado de Alcaraz, su médico Juanjo López, intervino para confirmar que no había lesión ninguna en el tenista español, si no que los problemas se habían debido a la presión que él mismo se había impuesto. «Carlos venía espectacularmente bien, tanto de condición física como psicológica, tenía mucha ilusión, pero esto es un aprendizaje continuo», comentó en El Larguero.

Alcaraz es el futuro

Más allá de una derrota que puede causar diferentes opiniones y escenarios, debido a un nuevo problema más allá de lo meramente deportivo que se cruza en el camino de Carlos Alcaraz, la unanimidad llega a la hora de ver el futuro y vislumbrar la figura del tenista nacido en El Palmar hace tan sólo 20 años como campeón tanto de Roland Garros como de otros grandes torneos del calendario ATP. El primero en reconocerlo fue Novak Djokovic, como él mismo confirmó en sus declaraciones. «Le he dicho en la red lo joven que es y que va a ganar este torneo muchas veces». El futuro es suyo y Carlitos sólo tiene que tomar la derrota en Roland Garros como una lección muy válida para poder seguir ganando.