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En la directiva le ven fuerte

Bartomeu no dimitirá: «Le quedan seis meses y no se va a mover»

  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

Josep María Bartomeu no va a abandonar la presidencia del Barcelona por muchos pulsos que le eche Messi o por la presión que la masa social culé pueda llegar a ejercer. La determinación del presidente culé es firme. Los directivos que estuvieron reunidos con él en la tarde de ayer en el Camp Nou -cuando llegó el burofax en el que el argentino anunciaba su intención de desvincularse del club– le vieron fuerte y con músculo.

«Le quedan seis meses en el cargo y no se va a mover. No se puede convocar ahora un proceso electoral porque es directamente tirar la temporada. En marzo de 2021 dejará la presidencia con las cuentas del club y toda la institución en orden. Ese es el objetivo que se ha marcado», asegura un directivo azulgrana.

Bartomeu tiene claro que Messi y sus abogados se han precipitado y que se trata de una pataleta por la salida de Luis Suárez anunciada el lunes. No en vano, el jugador estuvo hace unos días en compartiendo vacaciones con el uruguayo y Jordi Alba, dos de los señalados por la directiva culé en el proceso de renovación que va a acometer el nuevo entrenador Ronald Koeman.

En ningún momento, Messi había dado un paso que hiciese imaginar el burofax que llegó el martes. El club no quiere acabar a malas con Leo por el asunto del contrato y la idea que tiene el jugador de poder marcharse gratis. Asumen que su salida es un pulso contra la directiva, pero también que este comportamiento le hará perder fuerza entre la afición catalana.

Bartomeu está tranquilo y sabe que no tiene nada que perder si Messi se marcha porque se ve capacitado para dejar el club saneado. El argentino ha dejado abandonado al club en el peor momento y el presidente piensa que es una decisión de la que siempre se va a arrepentir. Su legado puede haber quedado manchado como culé. El presidente no se va a mover de la silla.