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ZIDANE, EL ÚNICO QUE MANTUVO LA CALMA

El banquillo del Real Madrid estalló de alegría con el gol de Carvajal

Minuto 118 de la prórroga, Dani Carvajal recupera el balón, posiblemente el último de la final de la Supercopa de Europa que enfrentó al Real Madrid y al Sevilla, el de Leganés exprime sus últimas fuerzas y corre hacia la portería hispalense. La defensa sevillista no le sale, tampoco pueden, el madrileño pisa área y cuando se planta delante de Sergio Rico le fusila. Gol, partido, título y locura en el banquillo blanco.

Los jugadores madridista que estaban viviendo el encuentro desde fuera se fueron levantando a medida que el lateral se iba aproximando al área andaluza y termina estallando cuando el esférico termina dentro. Los jugadores y gran parte del cuerpo técnico corren hacia el córner para unirse a la piña, otros ayudantes de Zidane saltan por la zona técnica y la euforia se apodera de la grada que estaba situada detrás del banquillo del Madrid, plagada de canteranos. Mariano y Luca Zidane terminan en el césped, haciendo un Xabi Alonso en Lisboa pero sin correr. El único que mantuvo la calma fue Zidane. 

El entrenador madridista, tras ver como la Supercopa empezaba a viajar hacia el Bernabéu, se gira, mira a la grada y comienza a caminar con la tranquilidad que siempre le caracteriza. Bettoni le intentó animar, pero Zizou seguía muy metido en el encuentro. Cuando la calma fue llegando, aplaudió a sus hombres y les pidió cabeza. Quedaba defender el último arreón sevillista antes de celebrar.