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Tenis: ATP Finals 2025

Alcaraz rinde a De Miñaur y pone la primera piedra en las ATP Finals

Carlitos precinta con autoridad un partido de picos muy pronunciados en su tenis

Es la primera vez que inicia con victoria su andadura en las ATP Finals

La música tecno y las luces LED convierten el Inalpi Arena en una discoteca antes de que salgan sus dos bailarines a la pista. El DJ pincha música más psicodélica cuando De Miñaur y Alcaraz ponen un pie en la cancha y el ambiente alcanza su cota más alta. El australiano trata de reproducir la sensación con la raqueta. Lo consiguió por momentos, pero se diluyó (7-6, 6-2) en la velocidad imprimida por un Carlitos que consigue por primera vez iniciar las ATP Finals con victoria. La primera piedra ya está puesta.

La posa tras varios giros de un guion, un clásico en los enfrentamientos entre ambos bajo indoor. Un partido, el de Alcaraz, de picos muy pronunciados. Tan pronto acumulaba varios juegos en los que se sentía muy cómodo con el saque y la derecha, como otros en los que erraba en la toma de decisiones y concedía algunas facilidades. El análisis de dicha amalgama escupía una realidad que caía con peso sobre De Miñaur. Debía aprovechar cualquier resquicio porque Alcaraz era superior cuando se encontraba en lo alto de su curva.

El guion era de típico partido que a principio de curso desembocaba en disociación transitoria que condicionaba o incluso le terminaba costando el partido. No ocurrió así sobre la pista dura, aunque algo lenta, de Turín. Se aplicó Alcaraz a cada momento del partido para no irse cuando De Miñaur igualó el break de desventaja y forzó el tie break y cuando sufrió dos mini roturas en la muerta súbita. Todo lo aplacó abrazado más al servicio que a otra cosa. El fin justifica los medios.

De Miñaur le obligó a recurrir a ello a través de un buen planteamiento lleno de ritmo que fue virtud y vicio al mismo tiempo. Hizo zozobrar a Alcaraz durante varios juegos en el primer set, pero no le alcanzó para reproducirlo en la segunda manga. Aguantar un duelo de velocidad con Alcaraz es una empresa difícil, prácticamente imposible que sólo Sinner ha demostrado ser capaz. Y por ahí se escapó Carlitos, a golpe de potencia con 32 ganadores que maquillaron sus 28 errores no forzados. Fue entonces cuando De Miñaur se desfondó.

Hasta el inicio del segundo set había restado de maravilla los misiles en forma de saque que le mandaba Alcaraz a más de 220 kilómetros por hora. Siguen intercambiando puñetazos, pero son más fuertes los que lanza el murciano, los del australiano se fueron diluyendo. Cada vez más dubitativo y menos dañino. Creció entonces el revés paralelo de Alcaraz y abrió una brecha insalvable para De Miñaur. Sinuoso debut del murciano marcado por los picos de rendimiento primero y la autoridad después. En cualquier caso, primera piedra ya puesta.