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Test psicológico: si puedes hacer esto con la lengua, eres más inteligente que el promedio

La lengua es un órgano musculoso compuesto por 17 músculos que cumple funciones esenciales en el habla, el gusto y la masticación. Sin embargo, más allá de sus funciones biológicas, existen movimientos de la lengua que pocas personas pueden hacer y que, según estudios, están relacionados con aspectos de la personalidad y el desarrollo cognitivo.

Este test psicológico basado en la capacidad de hacer ciertos gestos con la lengua puede revelar más sobre la inteligencia de una persona de lo que parece.

La lengua: un órgano musculoso con implicaciones psicológicas

La lengua es un órgano musculoso compuesto por 17 músculos que trabaja de manera coordinada para realizar diversas funciones, como el habla, la masticación y el gusto.

Pero, más allá de estas funciones básicas, la lengua puede realizar movimientos sorprendentes que han sido estudiados tanto desde el punto de vista biológico como desde el psicológico.

Algunos movimientos de la lengua, como enrollarla en forma de tubo o moverla hacia un lado, no son solo curiosidades físicas, sino que también se relacionan con la genética y con características de la personalidad.

De hecho, estos movimientos se han usado en tests psicológicos para investigar posibles vínculos entre la flexibilidad muscular y el nivel de inteligencia.

Movimientos de la lengua que revelan aspectos genéticos

Existen ciertos movimientos que, aunque pueden parecer triviales, tienen una base genética y no todas las personas son capaces de realizarlos.

La capacidad de hacer estos movimientos está determinada por la herencia, lo que significa que es algo que recibimos de nuestros padres. Estos son algunos de los movimientos más comunes y lo que podrían indicar:

¿Qué revela la genética sobre la inteligencia?

Algunos de estos movimientos de la lengua están relacionados con la genética, lo que indica que el ADN juega un papel en la habilidad para realizarlos.

Por ejemplo, el popular gesto de enrollar la lengua en forma de tubo es un clásico ejemplo en la enseñanza de genética, ya que la capacidad de hacerlo está influenciada por un gen específico.

Sin embargo, estudios recientes muestran que la capacidad de hacer estos movimientos no depende únicamente de la genética, sino también del entrenamiento. Algunos niños aprenden a hacer estos gestos con el tiempo, lo que sugiere que el esfuerzo también tiene un papel importante.

Esto refuerza la idea de que tanto la genética como el ambiente influyen en habilidades aparentemente simples, que a su vez podrían estar vinculadas a la capacidad cognitiva.

La relación entre los movimientos de la lengua y la inteligencia

La teoría detrás de este test psicológico es que las personas que pueden realizar movimientos complejos con esta parte del cuerpo podrían tener una mayor plasticidad cerebral, lo que está relacionado con la inteligencia.

La flexibilidad muscular, tanto en la lengua como en otras partes del cuerpo, podría ser un reflejo de un cerebro más flexible y adaptable a nuevas situaciones.

Aunque no es un indicador definitivo de inteligencia, los científicos han encontrado una correlación interesante entre la capacidad de realizar ciertos movimientos con la lengua y una mayor agilidad mental.

En particular, las personas que logran realizar gestos más complejos con su lengua, como el trébol o las olas, tienden a ser más creativas y a tener una mejor capacidad de improvisación.