Curiosidades
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Es una realidad y tenemos la solución: el motivo por el que las mujeres tienen los pies más fríos que los hombres

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Las mujeres suelen tener los pies más fríos que los hombres, lo cual se debe a varios factores. Por un lado, las mujeres tienden a tener menos tejido muscular y más grasa en promedio, lo que las hace necesitar una mayor protección contra el frío para mantener los órganos vitales calitentes, lo que puede resultar en una restricción del flujo sanguíneo hacia las extremidades.

Por otro lado, las hormonas femeninas, especialmente los estrógenos, pueden espesar ligeramente la sangre, lo que también reduce el flujo sanguíneo a los pequeños capilares de las manos y los pies.  Esto hace que puedan tener hasta tres grados menos en manos, pies y orejas en comparación con los hombres.

Las razones por la que las mujeres tenemos los pies más fríos que los hombres

La sensación de tener los pies fríos es común entre las mujeres, especialmente durante el invierno, cuando las temperaturas descienden. Este fenómeno se debe a la vasoconstricción, una respuesta del cuerpo para conservar el calor en los órganos vitales.

Sin embargo, en algunos casos, los pies fríos pueden indicar condiciones de salud más serias. Por ejemplo, si esta sensación se acompaña de sensibilidad excesiva, dolor, cambios en el color de la piel o entumecimiento, es importante investigar las posibles causas.

El sedentarismo es uno de los factores que pueden contribuir al enfriamiento de los pies. Cuando una persona permanece sentada durante mucho tiempo, la circulación sanguínea hacia los pies se ralentiza. Por lo tanto, es esencial realizar ejercicio regularmente para estimular la circulación y mantener los músculos y huesos en movimiento.

También hay que considerar los factores hereditarios. Al igual que muchas otras características físicas, la predisposición a tener pies fríos puede ser heredada. Además, los problemas de circulación sanguínea pueden dificultar la regulación adecuada de la temperatura corporal. Esto puede deberse a afecciones médicas, falta de ejercicio o deshidratación.

Entre las posibles causas también se encuentra la anemia, que se caracteriza por una deficiencia de glóbulos rojos o la incapacidad de transportar oxígeno adecuadamente. Además, el estrés puede desempeñar un papel importante. En situaciones estresantes, el cuerpo tiende a redistribuir la sangre hacia el centro del cuerpo, lo que puede disminuir el flujo sanguíneo hacia las extremidades.

Por otro lado, el síndrome de Raynaud es una afección que afecta a los vasos sanguíneos, provocando su contracción en respuesta al frío o al estrés emocional. Esto puede resultar en cambios visibles en la piel y sensaciones incómodas en manos, pies y otras áreas del cuerpo. Además, ciertos medicamentos, como los betabloqueadores y los fármacos para la migraña, pueden causar constricción de los vasos sanguíneos, lo que también puede contribuir a los pies fríos.

Finalmente, es importante prestar atención a los síntomas y buscar atención médica si es necesario, especialmente con el envejecimiento. Algunas afecciones pueden empeorar con el tiempo, y la exposición repetida al frío puede provocar sabañones, una inflamación dolorosa de los vasos sanguíneos en manos y pies.

¿Cómo calentar los pies?

Tener los pies fríos puede resultar muy incómodo, especialmente en invierno, pero simplemente subir la calefacción no siempre es la mejor solución.  Por eso, TK Home Solutions ofrece varias estrategias para conservar el calor en los pies.

Una de las recomendaciones es mantenerse en movimiento. Levantarse y dar paseos por la casa, hacer ejercicio o incluso bailar una canción pueden ayudar a reactivar la circulación y calentar los pies. Incluso para aquellos con movilidad limitada, estirar las piernas y hacer movimientos simples puede ser beneficioso.

Además, los masajes son una excelente manera de mejorar la circulación y recuperar la temperatura en los pies. Aplicar cremas o aceites hidratantes durante el masaje también puede ayudar a mantener la piel saludable y prevenir grietas.

Otra opción son las plantillas térmicas, que pueden adaptarse a cualquier calzado y están diseñadas con materiales aislantes para mantener los pies calientes. Además, usar un reposapiés mientras se está sentado puede evitar que los pies absorban el frío del suelo.

Es fundamental utilizar un calzado adecuado, con suelas gruesas que actúen como aislante y materiales que permitan la transpiración. En casa, se recomienda usar zapatillas con suelas de goma y evitar las telas que no retienen el calor adecuadamente. Asimismo, los calcetines de lana son una buena opción, ya que mantienen el calor sin oprimir los pies ni interferir con la circulación sanguínea.

Evitar la exposición a fuentes de calor directo también es crucial, ya que puede provocar sabañones. Del mismo modo, se recomienda evitar el consumo de alcohol y el tabaquismo, ya que pueden afectar negativamente a la circulación sanguínea.

Además, alternar duchas de agua fría y templada, abrigarse adecuadamente y acondicionar la casa para conservar el calor también son medidas importantes para mantener los pies calientes durante los meses fríos. Con estas estrategias, se puede disfrutar de mayor comodidad y bienestar durante los meses de invierno.