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Francia

El pueblo con más encanto de Francia de la época medieval

Entre los muchos que podemos encontrar en el Aveyron, el departamento que reúne muchos de los pueblos de Francia considerados como los «más bellos» de este país, destaca uno que gracias al empeño de un arquitecto hace más de medio siglo, logró «renacer» cuál áve Fénix y está considerado actualmente el pueblo con más encanto de Francia de la época medieval ¿Quieres saber de cuál se trata? Te lo contamos con detalle a continuación.

El pueblo medieval más bonito de Francia

El pueblo medieval que debes conocer de Francia este verano, o en cualquier escapada que quieras hacer, no es otro que Belcastel un lugar imperdible a orillas del Aveyron; un pueblo milenario que ha sabido realzar su historia y su patrimonio para convertirse en uno de los destinos más demandados por los visitantes.

Con el tiempo, Belcastel se ha convertido en un testigo privilegiado de la rica historia que la ha forjado a lo largo de los siglos. Dominado por su castillo del siglo XI, restaurado con buen gusto por el arquitecto Fernand Pouillon en 1973,  el pueblo invita a viajar en el tiempo, en particular el puente del siglo XV que une la iglesia del mismo siglo con el pueblo.

La restauración de Belcastel

Pouillon, fue un arquitecto que, tras comprar el castillo, acometió una restauración pero a la recuperación de Belcastel, contribuyó también Claude Cayla, alcalde en la misma época en la que Pouillon se fue a vivir al pueblo, que creyó en la posibilidad de reactivar la actividad del lugar y él mismo se hizo cargo de un molino harinero.

Qué ver en Belcastel

Esta fortaleza del siglo XI está adosada a las gargantas del Aveyron, una parte reducida y salvaje, verde y escarpada. La mejor vista del lugar la ofrece el camino que bordea el río aguas arriba, por caminos realmente no muy anchos, se llega a él por el caserío de Mayran y se sigue hacia el río.

El castillo en su forma primitiva data del año 900. Pertenecía a la familia Belcastel, nombrada así por Carlomagno, cuya misión era controlar el peaje por cruzar el río. Cuando los Belcastel se extinguieron en el siglo XIII, el fuerte pasó a manos de los Sauhnac, quienes acometieron la construcción del torreón cuadrado, rediseñaron el fuerte en su aspecto actual como fortaleza y el puente.

El castillo de Belcastel es un edificio imponente que fue terminado en el siglo XV por Alzias de Saunhac, señor de Belcastel, quien también hizo construir la iglesia del pueblo, al otro lado de un puente que une las dos orillas del río. .

Fue en 1973 cuando Fernand Pouillon, uno de los más grandes arquitectos de su tiempo, compró el Château de Belcastel en ruinas e inmediatamente comenzó su renovación.  Esta extraordinaria iniciativa obviamente había alentado las esperanzas de los habitantes del pueblo de Belcastel que, con la fuerza de su ejemplo, trabajaron para revivir todo el pueblo mediante la restauración de casas particulares e instituciones colectivas.

Por otro lado, y típico de la Edad Media con su bache estrecho, su pavimento de grandes guijarros y su oratorio, un soberbio puente del siglo XV cruza el Aveyron bordeado por orillas elegantemente cuidadas que es otro de los lugares que visitar en este pueblo.

No te pierdas tampoco la pequeña iglesia de Santa Magdalena cuya construcción se debe a Alzias de Saunhac, a la vez que el puente medieval y donde precisamente se encuentra su tumba. En la iglesia también se conservan el escudo de armas de la familia Saunhac y una estatua de San Cristóbal.

Y darse un paseo por las calles empedradas y llenas de guijarros de Belcastel es como coger una máquina del tiempo y viajar directamente a ese siglo XV en el que el pueblo comenzó a tomar forma.

Cómo llegar

Si deseas viajar hasta Belcastel, será necesario el uso del GPS. Partiendo desde Bilbao, la ciudad que queda más cerca al pueblo Rodez, que se encuentra a apenas 25 kilómetros.

Para llegar al pueblo, podéis coger la carretera N994 o por la D285 (coordenadas para el  GPS: 44.387444 – 2.334556), aunque debéis tener en cuenta que a medida que vayáis llegando la carretera es muy estrecha, de modo que es mejor conducir con prudencia.