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El pueblo de Alicante que parece el Caribe: el paraíso de aguas cristalinas y calas idílicas

El pueblo de Alicante
Moraira.
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

España es sinónimo de playas espectaculares, y la costa alicantina no es la excepción. Aunque muchos turistas se fijan en destinos más conocidos como Altea o Denia, existe un pueblo de Alicante que aún conserva su esencia auténtica, con un ritmo de vida pausado y un entorno natural que parece detenido en el tiempo: Moraira. Sus calles blancas, sus calas paradisíacas y la tranquilidad que se respira son el complemento perfecto para quienes buscan desconectar sin renunciar a la belleza del Mediterráneo.

Situado en un enclave privilegiado, cuenta con poco más de 1.000 habitantes, lo que le otorga una atmósfera muy familiar. Sus ocho kilómetros de costa están repletos de playas y calas que se alternan con acantilados y vegetación típica del litoral, ofreciendo escena dignas de una postal. Desde playas emblemáticas hasta rincones escondidos, este pueblo invita a perderse en la naturaleza y a disfrutar de una experiencia sin igual.

Moraira: un pueblo con alma marinera y naturaleza intacta

Moraira se ha sabido mantener fiel a sus raíces pese al crecimiento turístico que caracteriza a la mayoría de la costa mediterránea. Aquí, las casas blancas se agrupan frente al mar, en un paisaje donde el ritmo de vida es pausado y el bullicio es prácticamente inexistente.

Calas y playas

Una de las grandes joyas de la localidad son sus calas y playas, que se extienden a lo largo de casi ocho kilómetros de litoral. La calidad de sus aguas, muchas de ellas galardonadas con la bandera azul, garantiza una experiencia de baño inmejorable.

Entre las playas más famosas y apreciadas se encuentra la de El Portet. Su forma particular, similar a una concha, junto con sus aguas tranquilas y poco profundas, hacen de esta playa un lugar perfecto para familias. Sin embargo, también es muy popular en verano, por lo que se suele llenar durante los mee de verano

Por otro lado, Cala Llebeig es un verdadero paraíso. Sólo se puede acceder a ella caminando por senderos o navegando en kayak. Esto mantiene su estado prácticamente virgen y su ambiente íntimo, ideal para quienes buscan escapar del turismo masivo. Sus aguas cristalinas y la naturaleza que la rodea crean un espacio de ensueño, perfecto para conectar con el Mediterráneo en su estado más puro.

Historia y cultura 

Aunque este pueblo de Alicante es conocido principalmente por sus playas, este pueblo ofrece mucho más para el visitante curioso. Uno de sus símbolos más característicos es la antigua fortificación que se levanta cerca del puerto. Construida en siglos pasados para proteger la costa de ataques piratas y corsarios, hoy esta torre se ha convertido en un emblema histórico que aporta carácter y personalidad al pueblo.

Esta fortaleza, además de ser un atractivo turístico, representa el vínculo de Moraira con su pasado marinero y defensivo. Pasear por sus alrededores es viajar a épocas donde el Mediterráneo estaba plagado de peligros y la vigilancia costera era esencial para la seguridad de sus habitantes.

Naturaleza y senderismo

Moraira también es el destino ideal para quienes aman el contacto directo con la naturaleza. Sus rutas de senderismo permiten descubrir paisajes impresionantes, desde bosques de pinos hasta acantilados que ofrecen vistas panorámicas del mar. Una de las caminatas más recomendadas es la que llega hasta la Torre del Cap d’Or, un punto estratégico desde donde se divisa gran parte de la costa y el pueblo.

Gastronomía local

Otra de las grandes riquezas de Moraira es su gastronomía. Al estar tan ligada al mar, los platos típicos del pueblo se basan en pescados y mariscos frescos, combinados con productos locales de la huerta. Restaurantes y chiringuitos ofrecen propuestas que van desde la tradicional paella hasta recetas innovadoras que respetan los sabores mediterráneos.

Comer en Moraira es una experiencia para los sentidos, donde cada bocado refleja la frescura de sus ingredientes y el amor por la cocina sencilla y auténtica. Además, el ambiente relajado de los establecimientos, muchos de ellos con vistas al mar, convierte cada comida en un momento especial para disfrutar en compañía.

Gracias a su equilibrio entre tranquilidad y naturaleza, Moraira es un destino ideal tanto para familias como para parejas o viajeros que buscan desconectar. Sus calas tranquilas son perfectas para los más pequeños, mientras que las rutas y actividades acuáticas atraen a los aventureros. Los mayores pueden disfrutar de paseos relajados y de la calidad de vida que ofrece el pueblo.

Si buscas un lugar en la Costa Blanca que combine playas de ensueño, naturaleza exuberante, historia y un ambiente relajado, Moraira es sin duda una de las mejores opciones. Aquí, la belleza natural y la autenticidad se entrelazan para ofrecer un refugio donde desconectar del ruido y la prisa de la vida cotidiana.

No importa si prefieres tumbarte en la arena, explorar calas escondidas, caminar por senderos con vistas al mar o degustar la cocina local; Moraira tiene algo para cada visitante que quiera sumergirse en un pueblo único de Alicante.

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