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Ni Ávila ni León: la muralla mejor conservada del mundo está en España

Toma nota del lugar en el que se encuentra la muralla mejor conservada del mundo

La realidad en la construcción de la gran muralla china

  • Gemma Meca
  • Licenciada en Historia, máster en Periodismo y Comunicación Digital. Redactora en Ok Diario. Cuento historias, soy amante de los astros, sigo a la luna, los TT de Twitter y las tendencias en moda. Experta en noticias de consumo, lifestyle, recetas y Lotería de Navidad.

La muralla mejor conservada del mundo está en España y no es la de Ávila ni la de León. La riqueza arquitectónica e histórica que tiene nuestro país es enorme, a veces olvidamos que en su día fuimos un gran imperio del que debemos sentirnos orgullosos. Un lugar de paso de varias civilizaciones y cuna de grandes artistas que han marcado por completo la historia del arte de la humanidad. Tenemos la suerte de vivir en un lugar que hay que visitar en todo su esplendor.

Tenemos tanto por lo que sentirnos orgullos y qué visitar cuando queremos salir de casa que a veces es complicado elegir. En esencia, lo que nos está esperando es un cambio de ciclo que quizás hasta ahora no hubiéramos tenido en cuenta y que quizás hasta ahora nunca pensábamos que era tan importante como nos imaginábamos. Sin duda alguna, tenemos pueblos, ciudades y rincones con tanto encanto que nos invitan a salir a salir de casa de una forma que quizás hasta ahora no hubiéramos pensado. Te proponemos el descubrimiento de la muralla mejor conservada del mundo, quizás te sorprenderá saber dónde está.

Ni León ni Ávila

Hay dos ciudades de España que tienen fama de tener una de las murallas mejor conservadas del país y del mundo. Sin duda alguna son de visita obligada para poder saber en todo momento la grandeza de estos lugares que en su día fueron el eje central de determinados puntos del país.

Grandes murallas o edificaciones que son sinónimo de todo lo que fue en su día una España que tiene mucho que ofrecer a cualquier visitante. Sobre todo, si tenemos en cuenta que estamos ante una serie de elementos que quizás hasta ahora no habíamos tenido en cuenta que fueran tan importantes.

La historia de nuestro país nos permite hacer un importante recorrido por esos edificios y edificaciones que son una muestra de la grandeza en estado puro. Una gran muralla que quizás desconocíamos y está más cerca de lo que pensábamos nos está esperando. La tenemos en una ciudad que no es ninguna de las que tradicionalmente ha tenido fama de disponer de grandes lugares en los que centrarnos.

El mundo entero se rinde ante una gran muralla que quizás hasta ahora no habíamos tenido en cuenta que está más cerca de lo que pensábamos.

Este es el lugar en el que está la muralla mejor conservada del mundo

Lugo tiene la muralla romana mejor conservada del mundo, una joya que se ha mantenido en pie durante miles de años y que es una muestra de la grandeza de un territorio que tiene mucho más qué ofrecernos de lo que nos imaginamos. Una ciudad que sin duda alguna hay que visitar.

Desde la Xunta de Galicia nos presentan esta muralla como: «La muralla romana que rodea la ciudad de Lugo es la única del mundo que se conserva entera. Por eso y por su misteriosa belleza es Patrimonio de la Humanidad. La leyenda dice que los romanos construyeron la muralla para proteger no una ciudad sino un bosque, el «Bosque Sagrado de Augusto», en latín «Lucus Augusti», de ahí el nombre de Lugo. Hoy el bosque es un misterio, pero la muralla sigue en pie desafiando al tiempo y hablando a quién sepa escucharla. Construida hace más de 17 siglos siguiendo las directrices de las elegantes obras de Vitruvio, la Muralla de Lugo mide más de 2 km y tiene 10 puertas. Caminar por lo alto de la muralla que en algunos tramos alcanza los 7 m de ancho, y detenerse en algunas de sus 71 torres que se conservan (de las 85 originales) es sentir de cerca el poder de la Roma Imperial. Y también, disfrutar de las mejores vistas».

Desde el Ministerio de Cultura nos dan con más datos sobre esta muralla: «La Muralla rodea el corazón de Lugo, la antigua Lucus Augusti, fundada en el año 15 a.C. por Paulo Fabio Máximo en nombre del emperador de Roma y fue la capital de uno de los tres conventos jurídicos romanos (junto Astorga y Braga), que conformaban la provincia de la Gallaecia y que se extendía hasta el río Duero. Esta ciudad desempeñó un papel capital en una región por aquel entonces riquísima en oro que Roma explotó, hasta el agotamiento, en beneficio del tesoro imperial. Tres siglos después, la estructura urbana de la ciudad se modificó y se desplazó ligeramente hacia el norte. Eran tiempos críticos desde el punto de vista político y militar y fue en ese momento en el que se erigió esta fortificación. La muralla ocupó una zona de terreno topográficamente irregular, más alta al noroeste y en descenso hacia el sudeste. Continúa siendo un enigma los motivos de ese trazado, que dejó fuera importantes zonas residenciales de la antigua ciudad romana y en cambio protegió terrenos descampados. A pesar de las reformas sufridas, la Muralla mantiene su trazado original y las características constructivas que le otorgan un aspecto masivo y recio propio de su carácter defensivo. Su forma de rectángulo con ángulos redondeados supera los dos kilómetros de perímetro, 2.117 m., y protege un recinto interior de 34,4 ha. Se conservan 71 cubos o torres de las 85 exteriores que tuvo. La altura de sus lienzos oscila entre los 8 y 10 m. y mantienen un espesor medio de 4,20 m. que alcanza los 7 en algunos puntos. Al recinto interior de la Muralla se accede hoy por diez puertas que la atraviesan, 5 antiguas y otras 5 de traza y apertura moderna; desde el interior se puede acceder a su adarve por cuatro escaleras exteriores y dos rampas adosadas, continuando una de ellas en una rampa interior. Se conoce la existencia de un foso exterior de unos 20 metros de ancho y al menos 5 de fondo, que completaría la defensa, dificultando la aproximación de máquinas de asedio o la excavación de minas. Perdida su función militar, la Muralla romana de Lugo ha quedado plenamente integrada en la estructura urbana actual: rodea la ciudad histórica y su adarve es un paseo, o una calle peatonal más, de los que utilizan habitualmente sus habitantes y visitantes. En el adarve, coincidiendo con los cubos originales, se conservan escaleras interiores de doble tramo y traza imperial que lo conectan con el paramento interior, donde no alcanzan el terreno; distintas hipótesis lo interpretan como un recurso defensivo que permitía aislar el recinto retirando las escaleras o rampas móviles que daban acceso al primer escalón. En la actualidad se han descubierto e investigado arqueológicamente 22 de estas escaleras».