Guardar los calcetines haciendo una bola es de abuelos: el truco viral para que ocupen menos espacio
En muchos hogares, la forma de guardar los calcetines consiste en doblarlos haciendo una bola con ellos y meterlos en el cajón. Esta técnica, transmitida de generación en generación, se ha convertido en una costumbre habitual por su aparente sencillez y eficacia. Sin embargo, varios expertos coinciden en que no es la más adecuada si se busca conservar en buen estado los calcetines durante mucho tiempo y mantener el orden en los cajones.
Desde el auge del minimalismo y los métodos de organización inspirados en la cultura japonesa, han surgido nuevas formas de gestionar el almacenamiento de la ropa que promueven no sólo la eficiencia, sino también el bienestar del hogar. Uno de los sistemas más populares en este sentido es el método KonMari, desarrollado por Marie Kondo. Este enfoque rechaza categóricamente la costumbre de hacer bolas con los calcetines y propone, en su lugar, una técnica que busca reducir el desgaste de los tejidos y optimizar el espacio.
El mejor truco para guardar los calcetines
Doblar los calcetines haciendo una bola puede parecer una buena solución, especialmente cuando se trata de ahorrar tiempo. Sin embargo, esta técnica ejerce una presión innecesaria sobre los tejidos, especialmente en la zona del elástico, lo que puede acelerar su deterioro. El tensado constante y el enrollado provocan que pierdan su forma original, se deformen y se deterioren con mayor rapidez.
En calcetines más delicados, como los de algodón fino, lana o tejidos técnicos, este efecto es aún más evidente. Además del deterioro físico, guardar los calcetines haciendo una bolsa con ellos no resulta funcional a nivel visual ni organizativo. Cuando se doblan de esta manera tienden a amontonarse sin un orden claro.
Principios del método KonMari
El método KonMari no se limita únicamente a ordenar objetos o eliminar lo innecesario, sino que promueve una relación consciente y respetuosa con los objetos del hogar, y los calcetines no son una excepción. Según la filosofía desarrollada por Marie Kondo, cada prenda se debe almacenar de manera que «pueda descansar» cuando no se está utilizando.
La propuesta del método consiste en un plegado suave, que conserve la forma de los tejidos y permita guardar los calcetines de forma vertical. El objetivo es evitar tensiones innecesarias y, a su vez, mejorar el orden del cajón. El procedimiento es sencillo: se coloca un calcetín sobre otro, alineándolos completamente, y se doblan sobre sí mismos en dos, tres o más pliegues, dependiendo de la longitud del modelo. El resultado es una pequeña figura rectangular o un rollo compacto, que se puede colocar de pie en el cajón, lo que permite ver todos los pares de un sólo vistazo y acceder a ellos sin desordenar el resto.
Cómo aplicar el método paso a paso
Para implementar esta técnica, no se requiere más que un poco de tiempo y voluntad de cambiar la rutina. Estos son los pasos para transformar la forma de guardar los calcetines:
- Reunir todos los calcetines: es recomendable sacar todos los pares del cajón y revisarlos uno por uno. Puedes aprovechar para tirar aquellos que estén en mal estado o que ya no utilices.
- Emparejar y alinear: una vez seleccionados, se agrupan por pares y se alinean colocando uno sobre otro, asegurándote de que coincidan en forma y tamaño.
- Doblar con suavidad: el siguiente paso consiste en doblar el par en mitades, tercios o cuartos, dependiendo de su longitud. El objetivo es formar una pequeña pieza rectangular o un cilindro que mantenga los calcetines compactos pero sin tensión.
- Colocar en vertical: finalmente, se colocan los calcetines doblados en posición vertical dentro del cajón. Si es muy grande, puedes utilizar cajas pequeñas, bandejas o separadores para mantener el orden.
Ventajas del almacenamiento vertical
El almacenamiento vertical, uno de los pilares del método KonMari, transforma completamente la forma en la que se se organizan los cajones. Esta disposición permite ver todos los pares de calcetines al mismo tiempo, sin necesidad de revolver o sacar varios para encontrar los que estás buscando.
Además, al evitar el almacenamiento en horizontal, se minimiza el riesgo de que los calcetines pierdan su forma o se aplasten. Cada par ocupa su espacio de forma individual, respetando su estructura y facilitando que permanezcan ordenados por más tiempo. El resultado es un cajón más limpio, armonioso y funcional.
Otra de las ventajas más destacadas es el ahorro de espacio. Al doblar los calcetines de forma compacta y colocarlos verticalmente, se optimiza el uso del espacio.
Abandonar el hábito de doblar los calcetines haciendo una bola con ellos puede parecer un cambio menor, pero en la práctica, representa una transformación significativa en la manera de relacionarse con el entorno doméstico. El método propuesto por Marie Kondo ofrece una solución sencilla, práctica y eficaz que mejora la organización, alarga la vida útil de las prendas y aporta una sensación de orden visual que puede extenderse al resto del hogar.
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