Los expertos se echan las manos a la cabeza con esto que todos hacemos con los quesos
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Existen más de 2.000 variedades de queso en todo el mundo, cada una con unas determinadas características. Se diferencian entre ellos por su sabor y consistencia, aunque hay algo que todos tienen en común: la forma de almacenamiento. Hay quienes creen que el mejor sitio para guardar el queso es en la nevera, pero nada más lejos de la realidad.
Los expertos aseguran que el lugar idóneo es aquel donde aguante el mayor tiempo posible conservando sus texturas y matices y, por supuesto, sin estropearse. La única excepción es el queso freso, que sí debemos almacenarlo en el frigorífico.
¿Cómo conservar el queso?
Guardar el queso de cualquier manera en la despensa no es la mejor opción si queremos disfrutar de él en todo su esplendor.
Una de las principales recomendaciones de los maestros queseros es colocar un trozo de papel de cocina en un recipiente hermético. Luego ponemos la pieza de queso, cerramos el recipiente, ¡y listo! El papel absorberá el exceso de líquido que se desprende del queso, sobretodo si es curado, y podremos conservarlo mejor y durante más tiempo. Eso sí, tenemos que cambiar el papel todos los días para que el agua que absorbe el papel no produzca olores y los transfiera a la pieza.
Si se trata de un queso blando y queremos que se mantenga tierno, debemos envolverlo en papel microperforado o papel de horno. Lo ideal es rodear la pieza sin pegar mucho el papel ni dejarlo demasiado suelto. De esta manera, el queso podrá respirar, pero sin llegar a secarse.
Uno de los métodos tradicionales que mejor funcionan es el siguiente. Cogemos un trapo de algodón limpio, lo humedecemos, ponemos el queso en un plato y lo cubrimos con el paño. De esta manera, el paño absorberá la humedad del queso y lo conservaremos durante más tiempo. Es un método que funciona muy bien para quesos duros y semiduros.
¿El queso se puede congelar? No es la mejor opción para los quesos selectos, como la ricota, el requesón y los quesos crema. Sin embargo, otros tipos de queso sí se pueden congelar durante los seis meses, aunque los expertos no recomiendan hacerlo porque cambia por completo el sabor y la textura de la pieza.
Por último, cabe señalar que también es importante evitar que el queso se exponga al aire y la humedad en exceso, ya que esto puede hacer que se seque o desarrolle moho.