Esta es la bebida casera que te ayuda a prevenir golpes de calor según expertos

Con el aumento de las temperaturas, los expertos han enfatizado la necesidad de prevenir y mitigar los efectos adversos del calor extremo sobre la salud, sobretodo para los grupo de población más vulnerables: personas mayores, mujeres embarazadas, niños, y aquellos con enfermedades crónicas, así como trabajadores que realizan sus tareas al aire libre. La exposición prolongada a altas temperaturas puede sobrecargar el sistema de regulación térmica del cuerpo. Cuando el cuerpo no puede ajustar adecuadamente la temperatura interna, se produce una pérdida significativa de electrolitos y agua, esenciales para el funcionamiento normal de los órganos.

Desde un punto de vista biológico, las altas temperaturas pueden causar problemas de salud como calambres, insolación, deshidratación o golpe de calor. Este último puede llevar a complicaciones graves como inestabilidad en la marcha, coma, e incluso la muerte. Para minimizar los efectos del calor, es muy importante seguir una serie de recomendaciones. En primer lugar, es crucial mantener una hidratación constante. Hay que beber agua o líquidos frecuentemente, incluso si no se siente sed. Otro consejo es mantenerse en lugares frescos siempre que sea posible. Permanecer en zonas a la sombra o con aire acondicionado puede ayudar a evitar el exceso de calor. Asimismo, usar ropa ligera y holgada confeccionada con tejidos naturales como el lino o el algodón que permita la transpiración también es fundamental para regular la temperatura corporal. En caso de presentar síntomas persistentes relacionados con el calor, se recomienda consultar a un médico.

La mejor bebida para mantenerse hidratado

Con el aumento de las temperaturas, los médicos y organizaciones de salud recomiendan recurrir a soluciones de rehidratación caseras para combatir la deshidratación leve a moderada. Estas bebidas son muy efectivas para recuperar los líquidos y electrolitos perdidos tras actividades físicas intensas, así como durante los días de calor en verano.

La receta recomendada se inspira en las directrices de la Cruz Roja, que propone una mezcla básica de agua, azúcar y sal para tratar la deshidratación en situaciones de emergencia. Se le puede añadir jugo de limón para mejorar el sabor y proporcionar un extra de vitamina C. También se puede incorporar bicarbonato de sodio para potenciar la activación de los electrolitos.

La correcta proporción de agua, azúcar y sal asegura una absorción eficiente de estos elementos en el intestino. El sodio y el potasio (especialmente si se usa sal marina con minerales adicionales) se reponen, lo que ayuda a restaurar el equilibrio electrolítico esencial para el funcionamiento celular y la contracción muscular.

Para preparar una bebida de rehidratación casera, necesitarás los siguientes ingredientes: 1 litro de agua, que debe haber sido hervida y enfriada previamente; 2 o 3 cucharadas de azúcar, idealmente de coco o miel; 1/4 cucharadita de sal marina o sal rosa del Himalaya; y, opcionalmente, el jugo de 1 limón o lima. También puedes añadir una pizca de bicarbonato de sodio, si lo prefieres.

El proceso de preparación es sencillo. Primero, vierte el agua en una jarra y añade el azúcar junto con la sal. Remueve bien la mezcla hasta que el azúcar y la sal se disuelvan por completo en el agua. Luego, exprime el jugo de limón o lima y añádelo a la jarra. Si decides usar bicarbonato de sodio, incorpóralo en este momento.

Una vez lista la bebida, es aconsejable consumirla en pequeñas cantidades a lo largo del día para mantener la rehidratación adecuada. Es importante evitar tomar grandes cantidades de una sola vez, ya que esto podría provocar molestias estomacales.

Consejos clave para el verano

La hidratación durante el verano es crucial debido a las altas temperaturas. Beber suficiente agua es esencial para mantener el equilibrio del cuerpo y asegurar su correcto funcionamiento. El agua juega un papel vital en la regulación de la temperatura corporal y en el suministro de minerales esenciales a nuestras células y órganos.

Es recomendable no esperar a sentir sed para beber agua, ya que la sed indica que el cuerpo ya está en un estado de deshidratación. Para una adecuada hidratación en verano, lo ideal es beber entre dos y tres litros de líquidos al día. Además, consumir alimentos ricos en agua, como frutas y verduras, también contribuye a la hidratación.

Cuando estés al aire libre, trata de evitar las horas de máxima exposición al sol, que suelen ser entre las 12:00 y las 16:00 horas. Es preferible permanecer en la sombra o en lugares frescos y bien ventilados durante las horas centrales del día para prevenir la deshidratación.

Finalmente, cabe destacar que el alcohol tiene un efecto deshidratante, por lo que es aconsejable limitar su consumo. Opta por versiones sin alcohol de bebidas como la cerveza y no sustituyas el agua, los zumos y los refrescos por bebidas alcohólicas, a pesar de su atractivo sabor.

Con estos consejos, puedes mantener una adecuada hidratación durante los meses de calor y proteger tu salud frente a los efectos adversos del calor.