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Dos americanas van a un bar en Andalucía y no dan crédito a lo que prueban: «Está hecha…»

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Andalucía se ha consolidado a lo largo de los años como uno de los destinos más populares no sólo de España, sino de toda Europa, atrayendo a millones de visitantes con su rica historia, su arquitectura única, sus paisajes diversos y su hospitalidad incomparable. Desde las playas del sur hasta los pueblos blancos de la sierra, cada rincón guarda una historia, una tradición o un sabor que deja huella. Pero si hay algo que realmente conquista el corazón (y el estómago) de quienes la visitan, es su gastronomía. En este contexto, dos jóvenes turistas americanas vivieron una experiencia que superó con creces sus expectativas en un bar en Andalucía.

Lo que iba a ser una simple comida de tapas se transformó en un auténtico viaje sensorial que las dejó sin palabras. Su reacción no tardó en hacerse viral en TikTok, provocando una oleada de orgullo entre los andaluces que reconocen en su cocina un verdadero tesoro cultural.

La experiencia de dos americanas en un bar en Andalucía

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La historia comienza cuando estas dos jóvenes viajeras decidieron adentrarse en las calles del centro histórico de Sevilla, guiadas por recomendaciones y reseñas en redes sociales. Como muchos turistas que llegan por primera vez a la ciudad, su plan era sencillo: conocer lo más emblemático de la capital andaluza y, por supuesto, probar algunas tapas en un bar tradicional. Sin embargo, lo que encontraron en La Bartola, un local acogedor y lleno de encanto situado en la calle San José, fue mucho más que eso.

Al llegar al restaurante, las turistas comentaron entre risas que pedirían «tres o cuatro platos para compartir». En principio, buscaban una comida ligera antes de continuar su ruta turística. Lo que no imaginaron es que cada plato que llegaba a la mesa se convertiría en una experiencia irresistible, llevándolas a pedir más y más. El entusiasmo era evidente en cada reacción que grababan: gestos de sorpresa, exclamaciones de asombro y una constante repetición de frases como «¡Esto está increíble!» o «No puedo creer lo bueno que está esto».

La degustación comenzó con uno de los clásicos imprescindibles de la cocina española: el jamón ibérico. Cortado a mano y presentado con mimo, fue el primer bocado que logró abrirles los ojos de par en par. A partir de ahí, la experiencia fue creciendo. Siguieron con un salmorejo espeso y sabroso que definieron como «la crema fría más rica que hemos probado». Luego llegaron las croquetas, que en palabras de una de ellas «tenían una textura perfecta y sabían a gloria».

La sorpresa fue en aumento cuando les sirvieron el pulpo, que terminó robándose el protagonismo de la velada. Acompañado de una salsa de boniato, el plato generó una reacción inmediata. «Esto no es normal. Es otra liga», comentaron entre risas, con los ojos muy abiertos y visiblemente emocionadas. En ese momento, una de ellas señaló sin dudarlo: «Éste es mi favorito. Le doy un 12 de 10. La salsa está hecha con amor».

El festín en el bar en Andalucía continuó con una tierna y jugosa carrillera de cerdo, un plato que las jóvenes americanas destacaron por su suavidad y profundidad de sabor. Finalizaron su experiencia gastronómica con un postre casero que describieron como «el broche de oro». Aunque no mencionaron su nombre exacto, sí dejaron claro que el sabor dulce y equilibrado las dejó completamente satisfechas.

La publicación del vídeo, en el perfil de TikTok de una de las turistas (@sofiaringvald), se llenó de comentarios tanto de turistas como de españoles. Muchos andaluces respondieron con orgullo, agradeciendo las palabras de las chicas y animándolas a seguir descubriendo los sabores del sur. «Eso sólo es una pequeña muestra de lo que tenemos», comentaba uno. «Volved pronto y probad un buen pescaíto frito en la costa», recomendaba otro con entusiasmo.

Las tapas más tradicionales

En Andalucía, las tapas no son sólo una forma de comer: son una forma de vivir. Pequeños platos llenos de sabor que invitan a compartir, conversar y disfrutar sin prisas. A lo largo de las ocho provincias andaluzas, hay clásicos que nunca faltan en una buena barra.

Uno de los imprescindibles es el salmorejo, originario de Córdoba, una crema fría espesa de tomate, pan, ajo, aceite de oliva y huevo duro. Las croquetas caseras, ya sean de jamón ibérico, pollo o espinacas, son otro emblema de la cocina del sur. El flamenquín, también cordobés, mezcla jamón y carne enrollada, empanada y frita.

El pescaíto frito (sobre todo en Cádiz y Málaga) conquista por su textura crujiente y sabor a mar, mientras que las berenjenas con miel ofrecen ese contraste irresistible entre dulce y salado. No puede faltar la ensaladilla rusa, cremosa y servida bien fría, ni las albóndigas en salsa o la carrillada, tan tierna que se deshace al tocarla.