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Los consejos de oro para que tus enredaderas y plantas colgantes luzcan hermosas

Son plantas perfectas para decorar espacios sin preocuparte mucho por el cuidado que necesitan

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Las plantas colgantes y enredaderas son ideales para decorar tanto espacios interiores como exteriores, y lo mejor es que su cuidado no resulta demasiado complicado. En este artículo, encontrarás valiosos consejos para mantener estas hermosas plantas y así poder deleitarte con su belleza durante largos periodos de tiempo.

Lo primero y más importante es elegir la planta adecuada. Las plantas colgantes, como la hiedra inglesa, el poto, y la planta araña, son opciones populares. Antes de adquirir una, es crucial investigar sus requisitos específicos de luz, agua y temperatura para garantizar que puedas proporcionarle el entorno adecuado.

Selecciona una planta que se adapte a las condiciones de tu hogar, considerando aspectos como la luz y la temperatura. Para asegurar el crecimiento adecuado de las plantas colgantes y enredaderas, es esencial proporcionarles un soporte adecuado. Puedes elegir entre enrejados, ganchos de pared o incluso fabricar tu propio soporte con materiales como cuerdas o alambres.

Elige el tipo de soporte que mejor se adapte a tu planta y al espacio disponible e instálalo siguiendo las instrucciones del fabricante o con un diseño propio. Es crucial garantizar que el soporte sea lo suficientemente robusto para sostener el crecimiento de la planta y realizar ajustes periódicos según sea necesario para mantener su estabilidad.

Luz

La mayoría de las plantas colgantes y enredaderas crecen con luz indirecta brillante. Ponerlas cerca de ventanas orientadas al este u oeste garantiza la iluminación adecuada sin exposición directa al sol. Si la luz natural es limitada, contempla el uso de luces LED para proporcionar el nivel necesario de luz artificial. Asegúrate de que las plantas reciban al menos 6 horas diarias de luz indirecta. Es crucial evitar la exposición directa al sol, ya que puede dañar las hojas.

Plagas

El cambio de coloración en las hojas de las plantas colgantes, como amarillentas o cobrizas, puede deberse a la escasez de luz o a un sustrato excesivamente seco, algo común porque las macetas colgantes tienden a perder agua con más rapidez. Es fundamental que las plantas colgantes se mantengan siempre vigorosas y con un verdor saludable, evitando manchas marrones en las hojas, las cuales pueden surgir por un exceso de humedad en el sustrato.

Es importante inspeccionar regularmente tus plantas en busca de signos de insectos o hongos que puedan afectarlas. Puedes crear insecticida natural a base de ajo. Para prepararlo, hierve dientes de ajo en un litro de agua y añade pimienta para potenciar su efectividad. Después de que se enfríe, diluye 250 ml de esta infusión en un litro de agua fría. Coloca la mezcla en un rociador y aplícala en hojas y sustrato cada 15 días, asegurándote de secarlas con un paño después de la aplicación.

Tierra

Para preservar los nutrientes del suelo y cuidar las plantas colgantes, es fundamental mantener la tierra enriquecida con composta orgánica y fertilizantes naturales. Es importante eliminar cualquier signo de pudrición, malas hierbas o partes en descomposición de la planta para reemplazar la tierra afectada. Retira las ramas y flores marchitas para promover el crecimiento saludable. Si detectas áreas marchitas, retíralas para evitar que obstaculicen el desarrollo de nuevas ramas o flores al bloquear la luz solar.

Riego

Para cuidar adecuadamente las plantas colgantes y enredaderas, es crucial entender sus necesidades de riego, las cuales varían según la especie. Investiga detalladamente las necesidades específicas de agua de tu planta. Asegúrate de que la maceta cuente con un buen sistema de drenaje para evitar el exceso de humedad en el suelo. Realiza el riego cuando la capa superior del suelo esté seca al tacto, evitando el exceso de agua para prevenir la pudrición de las raíces.