Así puedes perder peso y quemar grasa con agua fría
Hay una tendencia actual que te invita a perder peso rápidamente con agua fría, algo que quizás nunca hubiéramos imaginado, pero puede ser posible
El alimento que debes incluir en la dieta si quieres perder peso
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Hay una tendencia actual que te invita a perder peso rápidamente con agua fría, algo que quizás nunca hubiéramos imaginado, pero puede ser posible. Algunos expertos afirman que esta teoría es totalmente posible y así lo han experimentado en su propia piel, mientras que otros, piden tener mucho cuidado.
Antes que nada, para perder peso, lo más recomendable es consultar con un especialista, un dietista y un entrenador personal. Comer bien y hacer ejercicio es la forma más sana de perder esos kilos de más. Pero hay otras alternativas o eso parece en las redes sociales, si seguimos cuentas como la de este experto.
Quemar grasa con agua fría
Lo hemos visto en redes sociales y cada vez más, famosos e influencers, deciden optar por este sistema. Una especie de bañera que llenan con hielo o agua fría y en la que se sumergen durante unos minutos, parece ser la clave para mantenerse en forma y perder esa grasa que se nos ha ido acumulando.
Un cambio radical que se ha convertido en una opción muy recomendable si seguimos estas cuentas sociales para evitar la operación bikini. Como todo en esta vida, hay que ser constante y no pasarse de la raya. No es un proceso nada sencillo y menos en estos días en los que las temperaturas bajarán.
Sumergirte en agua fría durante unos minutos puede ser la solución si estás deseando perder peso, pero no lo consigues. Para hacerlo, deberás optar por seguir al pie de la letra las instrucciones de estos especialistas. Teniendo en cuenta que es una manera de perder peso con algunas contraindicaciones y beneficios.
Como todo en la vida hay un término adecuado para cada persona. No intentes convertirte en un buzo profesional recién llegado de Islandia. Empieza poco a poco, inicialmente el reto de 15 segundos es asumible. Ve haciendo tandas de estos segundos, incrementa la frecuencia de las tandas, hasta que ya puedas estar un poco más en agua fría.
No es algo agradable. Puedes idealizar el baño de agua fría, cerrando los ojos e imaginando que estás en un viaje organizado al corazón de un glaciar de los Alpes suizos, después te espera una fondue de queso y un poco de chocolate caliente. Piensa en lo que está por llegar y en lo bien que te sentirás, pero, inicialmente vas a sufrir los efectos del frío.