Curiosidades
Aire acondicionado

La temperatura a la que debes poner el aire acondicionado para no pagar de más

Incluso aquellos que tienen la suerte de vivir en las montañas, donde el verano suele refrescar un poco, se encuentran sufriendo el calor como los que viven en las grandes ciudades. Sin duda, la solución más práctica es utilizar el aire acondicionado aunque, y lo sabemos bien, nos hará gastar una fortuna debido a los altos costos de la electricidad y contaminará mucho. Por este motivo, debemos saber usarlo bien y entre otras cosas conocer bien sus modos de funcionamiento, pero además, es importante regular los grados de forma adecuada así que toma nota porque esta es la temperatura a la que debe estar tu aire acondicionado para no pagar de más.

La temperatura del aire acondicionado

Existen algunas formas poco ortodoxas de lidiar con las noches de verano luchando contra el insomnio, pero en el día las cosas se vuelven insoportables de modo que la única salvación que encontramos es la de poner el aire acondicionado.

Sin embargo, hay un truco que pocos conocen para evitar sorpresas desagradables al recibir próxima factura de la luz. Un truco que promete ahorrarnos mucho sin dejar de obtener un ambiente fresco y habitable utilizando el sistema de aire acondicionado.

El primer paso es tener siempre los filtros limpios : el aparato hará menos esfuerzo para refrescar las habitaciones; además, es recomendable no utilizar aires acondicionados demasiado viejos ya que no son energéticamente eficientes y por tanto disparan el consumo y con ello los costes en la factura también.

Al margen del mantenimiento adecuado de nuestro aparato, y en especial de los filtros, el truco que debemos poner en práctica inmediatamente es no poner la temperatura demasiado baja. Esto debemos hacerlo para evitar que haya un desfase de más de 8 grados entre el ambiente exterior y el interior, ya que en el caso de que se produzca dicho desfase lo más seguro que es la factura de la luz suba porque el aparato se sobrecargará por el exceso de temperatura al tener que hacer un sobreesfuerzo para poder refrescar el ambiente.

¿Un ejemplo? Si fuera hace 35 grados y queremos que el salón tenga una temperatura de 20, entonces el consumo se notará a final de mes; si lo ponemos a 27, que en cualquier caso es mucho más fresco que el exterior, entonces no incurriremos en un verdadero gasto económico.

Con algo tan sencillo como tener en cuenta la temperatura externa y no sobrepasar esos 8 grados, conseguiremos que podamos estar mucho más frescos dentro de casa sin que apenas notemos el gasto.