Comunidad Valenciana
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El Gobierno de Ximo Puig reparte un millón de € al entramado cultural pancatalanista en plena pandemia

En plena emergencia sanitaria por el Covid-19, y ante el evidente escenario de falta de material de protección para los sanitarios que se enfrentan a la pandemia, la Consejería de Educación, Cultura y Deportes de la Generalitat Valenciana, en manos del pancatalanista Vicent Marzá (Compromís), ha destinado cerca de un millón de euros para la compra de libros en catalán, las «librerías de proximidad» y «galerías y creadores valencianos».

Así lo recoge el documento colgado en la página web. La secretaria autonómica de Cultura, Raquel Tamarit, explicó que «las dos acciones suman 972.000 euros y queremos reafirmar nuestro compromiso de reactivar los sectores culturales valencianos, en este caso el sector del libro y el impulso de las galerías de obras de arte valencianas, porque es fundamental situar la cultura en el foco de acciones concretas para remontar las industrias culturales y creativas valencianas».

La Comunidad Valenciana viene desde hace años siendo víctima del mismo proceso de catalanización excluyente que ha desarrollado el independentismo en Cataluña con la perfecta excusa del desarrollo cultural. Proceso que cuenta con una doble financiación: la proveniente de la Generalitat catalana y la que es inyectada desde el mismo Gobierno valenciano. El Consell ha engordado durante años el negocio editorial del pancatalanismo usando el concepto «valenciano» para disfrazar el hecho de que los verdaderos destinatarios de las subvenciones públicas son los editores que forman parte del entramado clientelar cultural catalán.

Instituto presidido por Torra

La Generalitat valenciana adquirirá 278 lotes de libros de todas las librerías de la comunidad para distribuirlas de la siguiente manera: 213 lotes para bibliotecas municipales, 56 lotes para los centros del Instituto Cervantes que imparten cursos de catalán por todo el mundo para nutrir de contenido las actividades de promoción de la lengua y cultura catalanas que este instituto promueve en el extranjero, y 6 lotes irán a parar a aquellas universidades en las que los estudiantes puedan realizar estudios del Instituto Ramon Llull, ente que estuvo presidido por el prófugo Carles Puigdemont hasta 2017, y que ahora preside Quim Torra.

Junto a la presidencia de Torra, en el organigrama del ente también figura la presidente de Baleares, Francina Armegol, como vicepresidenta primera del Instituto. Y, junto a ambos, la alcaldesa podemita de Barcelona, Ada Colau, como vicepresidenta segunda.

Cuando Carles Puigdemont presidía el Instituto Ramon Llull.

La labor esencial del instituto es «extender la docencia de los estudios catalanes en las universidades de fuera del dominio lingüístico catalán», según reza la propia institución. Es decir, fomentar la «normalización lingüística», la asociación y la  uniformidad cultural nacionalista catalana en la Comunidad Valenciana y Baleares facilitando así su incorporación territorial y fáctica a «los países catalanes».

Con sede en Andorra, el Ramón Llull es el instituto cultural oficial en el que se engloban las entidades separatistas de Jordi Cuixart y Jordi Sánchez involucradas en el golpe del 1-O, ANC y Òmnium, así como su estructura gemela en Valencia, Acció Cultural del País Valenciano, y Obra Cultural Balear en Baleares. Todas ellas con el propósito de difundir la falacia histórica y cultural de que las tres regiones forman parte de los ‘Países Catalanes’.

El Consell estrenó en 2016 el capítulo de subvenciones directas al Institut Ramon Llull. En 2017 inyectaron una subvención que ascendió a 91.500 euros con la descripción y finalidad de «ayuda para lectores de valenciano en las universidades españolas y europeas». En 2018, la entidad catalanista recibió otra ayuda por importe de 171.340 euros.

En su web, el Instituto difunde que «hubo violencia policial en Cataluña» y que los actuales condenados por el juicio del 1-O son «presos políticos». Con el fin de llevar adelante esta medida, se ha establecido una coordinación con el Gremio de Libreros de Valencia y la Asociación de Editores del País Valenciano, que transmitirán las instrucciones y la logística de esta operación de compra por parte de Cultura de la Generalidad Valenciana.