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Por qué es peligroso eructar en el espacio

Para muchos puede parecer una estupidez o una falta de respecto, pero es necesario para nuestro cuerpo. Sin embargo, para un astronauta, eructar en el espacio se podría convertir en un problema serio.

Es normal que aparezcan los eructos una vez hemos comido o bebido. Esas pequeñas lanzadas de aire son necesarias. Sin embargo, la gravedad nos permite que un hecho tan común en nuestro día a día, no sea en absoluto peligroso.

Aun así, precisamente es la ausencia de gravedad la que permite que algo tan sencillo y familiar como eructar se pueda convertir en un problema serio y peligroso para un astronauta en plena misión espacial.

Los peligros de eructar en el espacio

Lo cierto es que los astronautas han de seguir un protocolo bastante estricto. Sea como fuere, hoy en día, gracias a las redes sociales, la comunicación con ellos es mucho más fluida. Y precisamente de una conversación entre un usuario de Twitter y Chris Hadfield, comandante de la Estación Espacial Internacional, surgió esta curiosa cuestión.

Según Hadfield, en el espacio no se puede eructar, o no igual que en la Tierra. Y es que, ahí afuera, los alimentos y líquidos del estómago están flotando como si fueran burbujas de gran grosor. Entonces, un eructo se convierte en un vómito en la propia boca, por lo que todo cuanto había dentro y el aire atrapado sale fuera, una situación muy desagradable.

Con la falta de aire en el espacio exterior, un eructo provoca que no solo suba el aire del estómago hacia la boca, también todo cuanto hay mezclado con el mismo.

Recordemos que el gas y los líquidos no se separan en el estómago, cosa que sí sucede en la Tierra debido a la fuerza de la gravedad.

Por eso, según afirman los astronautas, eructar en el espacio es en realidad expulsar líquido mezclado con gas, por lo que la sensación que se sufre es algo similar al malestar que provoca el reflujo, lo que es realmente incómodo y desagradable, especialmente dentro de un traje espacial.

El gas interno es un problema para el astronauta que tiene que trabajar en el espacio en condiciones de gravedad cero. Así pues, sus dietas se crean para provocar la cantidad mínima de gases una vez han ingerido los alimentos.

Es decir, que la vida en el espacio no es tan agradable y aventurera como podemos observar en sus idílicas imágenes y en sus fotos de la Tierra.