Ciencia

Pánico entre los expertos: este continente se está partiendo en dos y amenaza con un nuevo océano

Descubren un nuevo continente bajo las aguas Zelandia
Descubren un nuevo continente bajo las aguas Zelandia
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

África, el segundo continente más grande del mundo, está viviendo un proceso fascinante. Aunque para nosotros estos cambios parecen lentos y casi imperceptibles, en términos geológicos estamos siendo testigos de un fenómeno extraordinario: la división progresiva de una parte del continente, que podría dar lugar en el futuro a la creación de un nuevo océano. Esta transformación no sólo tiene implicaciones científicas y geográficas, sino que también puede modificar el paisaje, los ecosistemas y la vida de millones de personas que habitan en esta región.

El fenómeno está ocurriendo en una zona llamada Sistema del Rift de África Oriental, un corredor geológico que se extiende por miles de kilómetros y que actúa como una enorme fractura tectónica. Aquí, la Tierra está cediendo y separándose, dando lugar a valles profundos y montañas formadas por volcanes activos, creando un espectáculo geológico visible y tangible.

La fractura que divide un continente

El Sistema del Rift de África Oriental, que se extiende por más de 6.000 kilómetros, es uno de los ejemplos más impresionantes y activos de rifting continental en el mundo. Este fenómeno ocurre cuando la corteza terrestre se estira y adelgaza, formando fracturas. En esta región, la placa africana, la somalí y la arábiga se están alejando unas de otras desde hace más de 25 millones de años. Aunque ese tiempo parece eterno para nosotros, en términos geológicos representa un proceso aún joven y en plena evolución.

Los expertos explican que la formación de un nuevo océano es un proceso que ocurre a lo largo de millones de años, pero que comienza precisamente con esta separación gradual de un continente. En el caso de África, el Cuerno de África (que comprende Somalia, parte de Etiopía y Kenia) se está desplazando lentamente hacia el este, alejándose del resto del continente africano. Este movimiento apenas es perceptible a simple vista, ya que avanza a razón de unos pocos milímetros o centímetros por año. Sin embargo, con el tiempo suficiente, este fenómeno puede llegar a abrir una brecha tan grande que el océano comenzará a formarse.

El proceso que hoy se ve en África es similar al que sucedió hace millones de años con la separación entre África y América, el cual dio lugar a la creación del océano Atlántico. Gilles Chazot, profesor y geólogo de la Universidad de Bretaña Occidental, apunta que la Tierra está repitiendo este fenómeno en esta parte del mundo, marcando un profundo cambio en la geografía y la historia del planeta.

Actualmente, la grieta más notable del Sistema del Rift se extiende desde la región de Afar, al norte, hasta el sur de Kenia, cerca de Tanzania. Si el proceso continúa, el Cuerno de África podría llegar a convertirse en una enorme isla rodeada por un océano completamente nuevo, una transformación que cambiaría radicalmente la fisonomía del continente.

Consecuencias locales y globales

Más allá de su importancia científica, este proceso tiene repercusiones prácticas y significativas en diversos ámbitos. El área donde se está produciendo esta fractura está muy cerca del Canal de Suez, una vía crucial para el comercio internacional. Cualquier cambio en la geografía o la estabilidad de esta zona podría afectar rutas marítimas esenciales para el transporte global de mercancías.

Asimismo, los ecosistemas locales, ya frágiles, podrían sufrir cambios importantes. El surgimiento de nuevos valles, ríos y posibles cuerpos de agua alterará el hábitat de muchas especies animales y vegetales, afectando también a las comunidades humanas que dependen de esos recursos para su subsistencia.

Además, la actividad volcánica y sísmica asociada con el rifting puede aumentar, con consecuencias directas sobre la seguridad de las poblaciones cercanas. Por ello, los científicos están muy atentos a este proceso, monitoreando continuamente la evolución de la grieta para anticipar y gestionar posibles riesgos.

El planeta en movimiento

Este proceso en África es un claro recordatorio de que la Tierra es un organismo vivo y dinámico. Así como vemos el derretimiento de glaciares o la expansión de desiertos, la formación de esta grieta es otro ejemplo de los continuos cambios naturales que configuran nuestro planeta. La tectónica de placas no solo moldea montañas y océanos, sino que también afecta el clima, los ecosistemas y la vida misma.

En este sentido, África se convierte en un laboratorio natural donde podemos observar, casi en tiempo real, cómo un continente puede fracturarse y reconfigurarse. Esto ofrece una oportunidad única para los geólogos y científicos, quienes pueden estudiar de cerca los procesos que han dado forma a la Tierra durante millones de años.

El proceso que divide África y podría dar lugar a un nuevo océano es una de las transformaciones geológicas más impactantes que estamos presenciando en el mundo actual. Aunque lento, este fenómeno es visible y tangible, revelando cómo la dinámica terrestre sigue activa y en constante cambio. Desde las montañas volcánicas hasta los profundos valles que emergen, la Tierra está escribiendo un nuevo capítulo de su historia.

Lo último en Ciencia

Últimas noticias