Ciencia
Espacio

El nuevo objetivo astronómico es explorar Mercurio

Resulta curioso que, pese a la cercanía de este pequeño mundo, explorar Mercurio sea tan difícil. Y es que hay muchos impedimentos para poder llegar al planeta más cercano al Sol, igual que para su observación directa.

Desde que comenzase la carrera espacial, especialmente la NASA ha enviado varias misiones hacia este pequeño mundo del tamaño de la Luna. Sin embargo, las primeras sondas que sobrevolaron su superficie llegaron en los años 70, cuando la tecnología disponible era mucho más limitada que la actual.

Después, en 2004, nuevamente la NASA envió otra misión llamada Messenger que, hablando claramente, dejó más incógnitas en el aire de las que pudo revelar.

Así pues, no es extraño que este mundo sea objeto de deseo, ya que sigue envuelto en un gran misterio. Es posible que, pese a que siempre se consideró que también el pequeño Plutón debía ser un mundo yermo y helado y la reciente misión New Horizons demostró todo lo contrario, otras agencias hayan pensado lo mismo de Mercurio.

Cómo explorar Mercurio

Así pues, tanto la ESA, la Agencia Espacial Europea, como la JAXA, la Agencia Espacial Japonesa, se han puesto manos a la obra y han dado vida a la misión BepiColombo, que se marchará hasta el cálido Mercurio el próximo 19 de octubre para intentar dar respuesta a los misterios del pequeño planeta interior del Sistema Solar.

Hasta hoy, es poco lo que sabemos de Mercurio. Está muy cerca del Sol y es muy pequeño, por lo que verlo desde la Tierra es demasiado difícil. La enorme luz de la estrella hace que sea visible muy pocas veces. Así pues, cuando se mira con un telescopio, el astro deslumbra y no se puede mirar correctamente para investigarlo de forma atinada.

Ahora, la nueva misión partirá el 19 de octubre desde el Puerto Espacial Europeo de Kurú. A bordo de la nave Ariane 5 viajarán dos orbitadores científicos, el Mercury Planetary Orbiter que ha desarrollado la ESA y el Mercury Magnetospheric Orbiter, ideado por la JAXA.

La misión de ambos orbitadores será efectuar medidas complementarias del entorno del planeta y de la propia roca para conocer su interacción con el viento solar y cómo pudo evolucionar estando tan cerca de la estrella que le dio la vida.

Es curioso que hayamos crecido toda la vida sabiendo que Mercurio estaba ahí, junto al Sol, pero apenas sepamos nada de este caluroso mundo. Ahora, al fin podremos desvelar algunas dudas sobre él.