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Nuevo hallazgo histórico en la ciencia: viajar en el tiempo sin alterar el orden es posible

Según este estudio, los viajes en el tiempo son compatibles con la libertad de acción

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

La fascinación por viajar en el tiempo ha sido un tema recurrente tanto en la ciencia ficción como en la ciencia real. Durante siglos, filósofos y científicos han especulado sobre los mecanismos que permitirían la posibilidad de alterar el flujo temporal sin que se generaran paradojas o alteraciones irreversibles del orden causal. Aunque la idea de manipular el tiempo sigue siendo un desafío, un reciente estudio realizado por dos científicos de la Universidad de Queensland, Germain Tobar y Fabio Costa, ha abierto una nueva perspectiva en este campo, demostrando que, bajo ciertas condiciones, los viajes en el tiempo serían posibles sin que se rompan las leyes de la lógica ni se creen inconsistencias en la secuencia de eventos.

En su trabajo titulado «Dinámica reversible con curvas temporales cerradas y libertad de elección», publicado en la revista Classical and Quantum Gravity, Tobar y Costa proponen una solución a uno de los problemas más complejos de la física: la aparente incompatibilidad entre la teoría de la relatividad de Einstein, que permite la existencia de curvas cerradas de tiempo (CTC, por sus siglas en inglés), y las leyes clásicas de la dinámica, que rigen el movimiento de los objetos en el espacio-tiempo. La conclusión de su estudio es revolucionaria: los viajes en el tiempo no sólo son viables, sino que también son compatibles con la libertad de acción, lo que significa que es posible viajar en el tiempo sin que se creen paradojas lógicas.

La solución propuesta por Tobar y Costa para viajar en el tiempo

La teoría de la relatividad general de Albert Einstein predice la existencia de curvas cerradas de tiempo, un fenómeno que implica que un viajero pueda regresar a un punto previo en el tiempo, generando un bucle temporal. Estas CTC podrían permitir, en teoría, que una persona viaje al pasado y realice acciones que afecten los eventos que ocurrieron anteriormente.

Sin embargo, uno de los problemas fundamentales de este tipo de viaje es la paradoja que genera: si una persona viaja al pasado y realiza un cambio significativo, ¿cómo puede ese cambio no afectar la historia que origina el viaje en primer lugar? Este dilema es conocido como la «paradoja del abuelo», en la que un viajero en el tiempo podría, por ejemplo, evitar que sus abuelos se conocieran, lo que impediría su propia existencia.

A lo largo de los años, numerosos científicos han intentado resolver esta paradoja y conciliar la teoría de la relatividad con las leyes de la dinámica clásica, que establecen que los sistemas físicos son predecibles y siguen un curso determinado. Sin embargo, hasta ahora, nadie había encontrado una solución satisfactoria. Es aquí donde entra en juego el trabajo de Tobar y Costa, quienes aplicaron un enfoque matemático innovador para explorar cómo sería posible evitar las contradicciones lógicas que surgen al viajar en el tiempo.

El principal hallazgo de Tobar y Costa es que las CTC no tienen que implicar determinismo absoluto ni necesariamente destruir la libertad de acción de un viajero. Según su modelo matemático, es posible que, dentro de un bucle temporal cerrado, las acciones de los individuos no sean predestinadas por los eventos pasados, sino que exista un grado de libertad en la toma de decisiones. Este concepto es crucial, ya que resuelve una de las grandes preocupaciones filosóficas y científicas sobre el viaje en el tiempo: la relación entre causalidad y libertad de elección.

En lugar de aceptar que los eventos del pasado están fijados de manera rígida, el modelo propuesto por los científicos sugiere que, aunque los viajeros en el tiempo puedan estar atrapados en una línea temporal que se repite, su capacidad para tomar decisiones no se ve anulada. Esto implica que, incluso si un viajero interfiere en los eventos del pasado, el propio sistema de tiempo puede «ajustar» los resultados para evitar cualquier tipo de inconsistencia. Es decir, las acciones del viajero no cambiarían el curso de los eventos de forma que se produzcan paradojas.

El hallazgo de Tobar y Costa podría tener aplicaciones prácticas en la comprensión de la dinámica del espacio-tiempo. El concepto de que el tiempo puede ser flexible y adaptable, permitiendo la intervención humana sin que se produzcan consecuencias catastróficas, abre la puerta a nuevas formas de pensar sobre el universo y sus leyes fundamentales. Además, este modelo podría tener repercusiones en la física cuántica, especialmente en lo que respecta al comportamiento de partículas en sistemas no lineales y en los estudios sobre el entrelazamiento cuántico.

Sin embargo, aún quedan muchas preguntas por responder. Aunque los cálculos de Tobar y Costa ofrecen una solución matemática coherente a la cuestión de viajar en el tiempo, la viabilidad experimental de estos viajes sigue siendo incierta. Los científicos todavía no han encontrado la manera de manipular el espacio-tiempo de forma que permita la creación de una CTC de manera controlada y segura.