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La IA lo confirma: un tsunami va a arrasar esta ciudad de España y podría ser pronto

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

El recuerdo del devastador terremoto que azotó Lisboa el 1 de noviembre de 1755 sigue vivo, en especial para las provincias andaluzas de Cádiz y Huelva. Aunque aquella mañana el epicentro se situó en el Atlántico y quedó lejos de las costas de la península, su impacto se sintió con fuerza: gigantescas olas golpearon el litoral, arrasaron pueblos y sembraron el caos. Hoy, con herramientas tecnológicas mucho más avanzadas, sigue siendo imposible anticipar con exactitud cuándo o dónde se repetirá un tsunami de estas características en España.

Sin embargo, la inteligencia artificial (IA) ha entrado en escena para analizar patrones, estudiar historiales geológicos y ofrecer estimaciones. Estas estimaciones no pretenden sustituir a la ciencia geológica, pero sí aportar nuevas perspectivas. ¿Qué sugiere la IA sobre un posible tsunami en Cádiz, y con qué margen de seguridad deberíamos sentirnos?

El tsunami que arrasará esta ciudad de España

La IA no sustituye a los geólogos ni a los sismólogos, pero puede procesar ingentes cantidades de datos: registros históricos, muestras de sedimentos, patrones de actividad sísmica, datos topográficos y cartográficos… A partir de ahí, genera modelos predictivos que ayudan a estimar la frecuencia aproximada de eventos catastróficos, aunque es importante entender que estas predicciones estiman probabilidades, no fechas concretas.

Según las simulaciones de IA revisadas recientemente, la costa andaluza podría esperar un gran tsunami con una recurrencia en el entorno de los 1.000 años. Esto encaja con el hecho de que el suceso de 1755 fue un episodio extremo e inusual. Si aceptamos este plazo como orientativo, significaría que otro evento similar no estaría previsto hasta bien entrado el siglo XXVIII.

La IA parte de la observación de ciclos geológicos y eventos anteriores, asignando una probabilidad de que ocurra otro gatillo sísmico de alto impacto. Aplicando ese intervalo aproximado de 1.000 años al 1755, algunos modelos sugieren que una fecha medianamente probable sería alrededor del año 2775. Pero antes de que cunda el pánico, hay que matizarlo:

Pese a que los tsunamis son impredecibles, hay una serie de datos que pueden avisar con antelación: sensores sísmicos en el fondo del mar, estaciones costeras, boyas de presión… En España este sistema está activo y conectado a redes internacionales que alertan rápidamente ante un posible tsunami. Así se gana tiempo para evacuar zonas de riesgo, aunque no garantiza que todas las personas estén a salvo si la ola es muy rápida.

Cádiz y su preparación actual

Hoy en día, la ciudad de Cádiz y su entorno cuenta con protocolos y protocolos estructurados que se actualizan periódicamente. Existen radares costeros y sensores sismológicos conectados a redes nacionales e internacionales. Se realizan simulacros, campañas de concienciación y revisiones urbanísticas para que las edificaciones en zonas vulnerables estén diseñadas para soportar la fuerza del agua.

El reto de cara al futuro es seguir invirtiendo en investigación, mejorar la infraestructura de alerta temprana y mantener a la ciudadanía informada y activa. Saber dónde están las rutas de evacuación o cómo actuar puede marcar la diferencia.

En términos científicos y técnicos, el tsunami no tiene horizonte próximo en España: ni lo confirma la geología ni lo sugiere la IA con el margen temporal estimado. El consenso actual coincide en que es extremadamente improbable que se repita antes del siglo XXVIII. Pero el riesgo no es cero.

El terremoto de 1755

El 1 de noviembre de 1755, Europa fue testigo de una de las mayores catástrofes naturales registradas en su historia: un terremoto de enorme magnitud que afectó especialmente a Portugal, España y Marruecos. El epicentro se localizó en el océano Atlántico, a unos 300 kilómetros al suroeste del cabo de San Vicente.

Aunque Lisboa fue la ciudad más golpeada, con miles de víctimas y un incendio posterior que agravó la tragedia, las consecuencias también se sintieron con intensidad en el suroeste de la península ibérica, incluyendo las provincias andaluzas de Cádiz y Huelva.

El seísmo, que se estima alcanzó una magnitud superior a 8,5 en la escala de Richter, no sólo causó destrucción inmediata por el movimiento de tierra, sino que generó un potente tsunami. Minutos después del temblor, olas de hasta 10 metros impactaron contra la costa atlántica, provocando daños graves en ciudades portuarias y pueblos pesqueros. Cádiz, aunque parcialmente protegida por su ubicación, sufrió inundaciones y pérdidas humanas.

Este terremoto tuvo una enorme repercusión cultural, política y científica. En pleno Siglo de las Luces, la tragedia planteó preguntas filosóficas sobre el mal y la providencia divina, e impulsó el desarrollo de la sismología moderna. Además, llevó a las autoridades a tomar decisiones urbanísticas y de prevención sísmica pioneras para la época.