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Descubrimiento asombroso: investigadores revelan cómo dos plantas pueden comunicarse entre sí

  • Sofía Narváez
  • Periodista multimedia graduada en la Universidad Francisco de Vitoria, con un Máster en Multiplataforma por la Universidad Loyola. Editora en Lisa News con experiencia en CNN y ABC.

La idea de que las plantas se comuniquen entre sí puede parecer propia de la ciencia ficción, pero la realidad es aún más asombrosa. Investigaciones recientes han revelado sorprendentes métodos de «diálogo» vegetal que desafían nuestras concepciones sobre el mundo natural.

En este artículo, exploramos las diversas formas en que las plantas se conectan y responden a las adversidades, revelando un nivel de interacción y adaptación que redefine por completo nuestra comprensión de su vida y comportamiento.

¿Cómo se comunican las plantas entre sí?

Investigaciones recientes han identificado múltiples formas de comunicación en el mundo vegetal. Aunque sus mensajes no son audibles para los humanos, estos organismos verdes envían señales que pueden ser químicas, eléctricas e incluso sonoras. Este sistema de señales funciona como una red de defensa y cooperación que ayuda a las plantas a enfrentar los desafíos de su entorno.

Cuando se habla de comunicación vegetal, una de las vías más comunes son las señales químicas. Las plantas liberan moléculas al aire y al suelo, que pueden afectar el comportamiento de otras plantas cercanas. Al detectar ciertos compuestos en el ambiente, una planta puede, por ejemplo, activar sus defensas si percibe una amenaza.

Además, a través de sus raíces, las plantas se conectan en una red subterránea que no sólo les permite transmitir nutrientes, sino también enviar impulsos eléctricos que llevan información valiosa. Así, si una planta recibe un ataque de insectos, puede alertar a sus vecinas para que aumenten su resistencia.

Los sonidos ocultos de las plantas

Aunque pueda sorprender, las plantas también emiten sonidos, especialmente cuando están bajo estrés. Se ha descubierto que algunas especies, como los tomates y los cactus, producen ultrasonidos en situaciones de peligro, como falta de agua o exposición a la luz intensa. Aunque estos sonidos no son perceptibles para los humanos, ciertos animales, como los insectos y algunos mamíferos, pueden captarlos.

Este tipo de comunicación sonora podría ayudar a las plantas a atraer a polinizadores o incluso a advertir a sus depredadores sobre su estado. En ecosistemas complejos, este lenguaje ultrasónico se convierte en una herramienta que beneficia tanto a las plantas como a los organismos que interactúan con ellas.

Por su parte, los científicos han logrado captar estos sonidos para estudiar el estado de salud de las plantas sin necesidad de tocarlas, lo que abre la puerta a nuevos métodos de diagnóstico y tratamiento de cultivos y vegetación en riesgo.

Este descubrimiento destaca la complejidad de las interacciones en la naturaleza y resalta la importancia de preservar los ecosistemas, donde cada ser vivo cumple un papel esencial.