Ciencia

Conoce el cerebro más antiguo del planeta

Recientemente se ha descubierto el cerebro más antiguo del planeta. Tiene aproximadamente unos 540 millones de años y este descubrimiento está siendo muy importante para saber cómo ha evolucionado este órgano en los seres vivos. Pero, ¿quieres saber a quién pertenece y cómo es? Vamos a verlo.

El cerebro de 540 millones de años es un resto fósil de un depredador marino que se considera pariente de mariposas, arañas y langostas. Ahora, la ciencia se ha centrado en usar este hallazgo para conocer la evolución cerebral del complejo órgano en los animales y humanos.

El dueño de este cerebro era el Kerygmachela kierkegaardi, y tiene forma ovalada con apéndices largos en cabeza junto a 22 aletas que usaba para buscar a sus desprevenidas presas.

Aunque esta criatura no es nueva para la ciencia, pues ya se sabía de su existencia, sí que es la primera vez que se puede estudiar su cerebro, realmente antiguo y poseedor de muchos e intrigantes secretos.

Este organismo debía medir aproximadamente unos 25 centímetros.

El cerebro fosilizado ha demostrado tener únicamente un segmento, es decir, que es menos complejo que el humano, que cuenta con hasta tres segmentos, y también es menos complicado que los de los artrópodos, parientes de esta criatura y que también disponen de tres segmentos.

Implicaciones del hallazgo del cerebro más antiguo del mundo

A día de hoy se pensaba que el cerebro de nuestros ancestros debía contener tres segmentos. Sin embargo, no es así, y artrópodos y vertebrados procedemos de seres algo más simples.

En el análisis anatómico se ha observado que el cerebro de este antiguo ser era el que controlaba unos ojos enormes, así como los apéndices frontales, que utilizaba para atrapar a sus víctimas, de las que se alimentaba.

Pero este fósil está siendo muy útil en muchos sentidos. Al igual que el cerebro, los ojos también están sirviendo para descubrir cómo fue la evolución de los artrópodos. Es más, podrían ser el paso intermedio entre los más simples y sencillos, como el caso de los osos de agua, y los complejos que poseen los actuales artrópodos.

Además, gracias al descubrimiento se ha podido saber que los sistemas nerviosos y los cerebros son mucho más comunes de lo que se pensaba ya en aquella época. Pese a ser muy simples y primitivos, estos organismos supieron sobrevivir en el periodo Cámbrico, después de que el planeta se calentara, desapareciera parte de la nieve y se produjese una explosión de la vida.