Ciencia
Investigaciones científicas

Cómo conectar tres cerebros entre sí

La velocidad a la que avanza la ciencia es sorprendente. Por eso se están alcanzando metas increíbles, como conectar tres cerebros entre sí. ¿Podría ser que algún día todas las mentes de la Tierra puedan estar en conexión constante?

Más allá de echar a volar la imaginación, vamos a saber cómo se ha logrado este evento que, sin duda alguna, es una sorpresa increíble y un avance extraordinario que ha logrado un grupo de expertos de neurofisiología.

El equipo realizó un experimento que podría revolucionar la vida tal como la conocemos. Sin duda, como dicen algunos expertos, este descubrimiento podría abrir la puerta a la telepatía, pues es tremendo que tres cerebros humanos puedan estar conectados entre sí pudiendo intercambiar información entre ellos sin necesidad de usar símbolos o palabras.

Cómo se pudieron conectar tres cerebros entre sí

Para conectar estos tres cerebros entre sí, se ha usado una nueva tecnología que se llama electroencefalograma. Gracias al mismo, se pueden registrar patrones neurales por medio de electrodos instalados en la cabeza logrando un proceso inverso por medio de la EMT, es decir, la estimulación magnética transcraneal.

El grupo de expertos ha logrado una versión de lo que han dado a conocer como BrainNet o el Internet de los Cerebros. Gracias al mismo, vincularon tres cerebros de voluntarios que se ubicaban en lugares diferentes y distantes entre ellos.

Es decir, que este invento, tal como ya vaticinaban incluso escritores de ciencia ficción como William Gibson, permite crear una futura interfaz entre cerebros, lo que garantiza facilitar búsquedas colectivas para problemas, por ejemplo, encontrando la solución en grupo en una especie de red social con cerebros conectados entre sí, tal como afirman los propios autores del experimento.

Para dar con la solución, se creó una versión simplificada del popular videojuego del Tetris. En el mismo, los voluntarios debían elegir si rotar una figura 180 grados o no. Pero la persona que jugaba no veía la parte inferior de la pantalla, solo sus dos ayudantes y participantes en el experimento, que tenían acceso a la imagen completa.

Así pues, las personas que observaban la pantalla completa transmitían decisiones al cerebro del receptor por medio de estimulaciones magnéticas del córtex occipital, que forma parte del sistema visual de percepción.

Y así, de esta forma tan simple y a la vez tan compleja, el receptor integraba la información que recibía para decidir si un bloque debía girar o no. Obviamente, esta tecnología todavía es muy primitiva, pero es perfectamente perfeccionable hasta convertirse en estable y eficiente.