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Avances científicos

Los científicos no dan crédito: la NASA logró crear un material barato, imprimible y resistente al calor

La investigación en materiales de alto rendimiento es un pilar esencial para la industria aeroespacial. Hasta ahora, las opciones disponibles eran limitadas y costosas, lo que restringía la fabricación de motores y piezas mediante impresión 3D. En este contexto, el anuncio de que la NASA logró crear un material barato y resistente al calor marca un cambio significativo.

Así, la posibilidad de contar con una aleación imprimible a gran escala abre la puerta a diseños más complejos y a una producción más económica. Este avance ya se encuentra en fase de aplicación industrial, lo que refuerza su relevancia en el panorama tecnológico actual.

Así es como la NASA logró crear un material barato, imprimible y resistente

El nuevo material desarrollado por la NASA se denomina GRX-810. Está formado principalmente por níquel, cobalto y cromo, elementos comunes en metalurgia avanzada.

La innovación, que fue difundida a través de un comunicado oficial, radica en el recubrimiento de cada partícula metálica en polvo con óxido cerámico, lo que incrementa la resistencia al calor.

Este tipo de materiales, conocidos como aleaciones reforzadas por dispersión de óxido (ODS), eran tradicionalmente complejos y caros de fabricar. Gracias a una técnica de recubrimiento por dispersión acústica, los investigadores lograron una aplicación uniforme del óxido, incluso a nivel nanométrico.

Este proceso asegura que, aunque un componente fabricado se triture y vuelva a imprimirse, mantenga las propiedades originales de resistencia.

Ventajas frente a las aleaciones tradicionales

Las pruebas realizadas con el GRX-810 mostraron resultados destacados frente a metales convencionales:

La NASA logró crear así un material barato que no sólo incrementa la vida útil de los componentes, sino que también optimiza los procesos de producción. Dicho esto, la impresión 3D con GRX-810 reduce el coste de fabricación y mejora la eficiencia, lo que supone un atractivo inmediato para industrias vinculadas al transporte y la energía.

Producción y primeras aplicaciones industriales de este material barato

La empresa Elementum 3D, con sede en Colorado, posee la licencia coexclusiva de la NASA para producir y comercializar el GRX-810. Actualmente, distribuye cantidades que van desde pequeños lotes hasta más de una tonelada. Según su director técnico, Jeremy Iten, la aleación fabricada a gran escala ha mostrado una vida útil incluso superior a las primeras pruebas.

Entre las aplicaciones iniciales se encuentra el desarrollo de sensores de flujo. Estos dispositivos, utilizados en turbinas, permiten monitorizar la velocidad de gases y optimizar el rendimiento del motor. El reto habitual era que se quemaban en minutos debido a las altas temperaturas.

Con GRX-810, los sensores resisten más tiempo, lo que mejora la eficiencia del combustible, reduce las emisiones y disminuye el coste de mantenimiento.

Impacto en el futuro de la aviación y la exploración espacial

El avance tiene implicaciones directas en la aviación comercial y en los programas espaciales. Según la NASA, el uso de este tipo de aleaciones contribuirá a una reducción en el consumo de combustible, menor impacto ambiental y un descenso en los costes de operación.

Además, los diseñadores de motores disponen ahora de más flexibilidad. La posibilidad de emplear materiales más ligeros sin perder resistencia abre nuevas vías para la construcción de aeronaves y cohetes.

El GRX-810 también puede extenderse a otros sectores, como la generación de energía o la fabricación de maquinaria sometida a condiciones extremas.