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La ciencia en peligro… Según el mensaje póstumo de Stephen Hawking

Recientemente afirmábamos que Stephen Hawking sigue a nuestro lado gracias a sus últimos estudios, su enorme legado y lo mucho que aportó a la sociedad. Ahora, recibimos un nuevo mensaje póstumo en el que avisa de la ciencia en peligro, según su visión.

Pero no solo advertía Hawking del peligro de la ciencia, también de la educación, y no como un fenómeno local, sino como algo global, que afecta a todo el mundo a lo largo y ancho del planeta.

Todo esto lo hemos podido saber ahora que se ha presentado su último libro, Brief Answers To The Big Questions, que traducido sería algo así como breves respuestas a las grandes preguntas.

Por qué Hawking veía la ciencia en peligro

Pero qué es lo que hacía que Hawking pensase que la ciencia está en peligro. Para el genial físico teórico, ahora está más en riesgo que nunca, especialmente por decisiones como elegir a personas como Donald Trump para la Casa Blanca como presidente de un país tan poderoso como Estados Unidos.

Pero no fue esta la única decisión que no gustó a Hawking, y que le hacía creer que educación y ciencia corren graves riesgos. Para el científico, también el Brexit, la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea era un gran peligro.

Hawking veía una rebelión a nivel global en contra de los expertos, lo que incluye a los científicos. Por eso pidió a los jóvenes que no bajaran la mirada para observar pies, sino que la elevasen hacia las estrellas, porque el mundo ha de afrontar graves retos, como la deforestación, la degradación oceánica, la extinción de especies y el sempiterno cambio climático.

Hawking pidió antes de morir a los 76 años de edad que debíamos intentar encontrar sentido a cuanto vemos y por qué existe el universo. Hemos de desatar la imaginación para localizar las respuestas a cuanto acontece para crear un nuevo futuro.

Sin duda, Stephen Hawking es un claro ejemplo de superación, ya que superó su afección en las motoneuronas que dejó paralizado su cuerpo, pero nunca su mente. Así que, una enfermedad que le daba meses de vida se convirtió en cinco décadas dedicadas a la ciencia.

Hoy, los restos de Hawking permanecen en la Abadía de Westminster, entre los grandes, como Newton o Darwin. Sin embargo, su voz sigue resonando con fuerza en todo el planeta para bien de las generaciones actuales y las que vendrán.