Cambio de hora: El domingo se retrasan los relojes una hora
El cambio de hora de octubre de 2018 ya está a la vuelta de la esquina. Recuerda que este próximo domingo se retrasan los relojes y, si nada cambia y todo sigue el curso que se espera, tal vez sea la última vez en mucho tiempo que lo tengas que hacer.
Es importante estar atentos al cambio de hora, ya que, aunque la tecnología de móviles y equipos informáticos lo hace hoy en día de manera automática, podría ser que algún reloj analógico no lo haga y nos cueste un disgusto por llegar tarde al trabajo o a recoger a los niños del colegio.
Así pues, a partir del próximo domingo 28 de octubre en vigor lo que se conoce como horario de invierno, e implica que a partir de las 3 de la madrugada, los relojes se han de atrasar una hora, hasta las 2 de la madrugada.
A las 03:00 de la madrugada los relojes se han de atrasar una hora, hasta que marquen las 02:00.
Por cierto, este horario de invierno tiene buenas noticias, ya que nos permite dormir una hora más y, posiblemente sea el último o tal vez el penúltimo cambio horario en la zona horaria GMT+1, en la que se encuentra España, de su historia reciente, aunque la decisión está pendiente.
Este horario cambia del de verano, que hizo que el pasado 26 de marzo de 2018 tuviésemos que adelantar una hora nuestros relojes, pasando de las 2 a las 3 de la madruga, y haciéndonos dormir una hora menos en ese momento.
Cambio de hora 2018: ¿Por qué se hace todavía?
La decisión del cambio de hora se remonta a 1976 y tiene como objetivo optimizar e incluso reducir el consumo de energía. En su momento, tenían como idea alargar el atardecer para que el ciudadano tuviese que usar menos electricidad en referencia a la iluminación.
Se consideró que, en total, se ahorraban unas 300.000 toneladas equivalentes a petróleo, cambio que se nota especialmente en países europeos como Francia y Bélgica, ya que son menos dependientes de energías fósiles, pero sí de las eléctricas.
Hoy día, en España, este cambio horario está regulado por un Real Decreto del 19 de diciembre de 2001 y está basado en la Directiva Europea 2000/84/EG del Consejo de la Unión Europea y del Parlamento Europeo que se aprobó el 19 de enero de 2001.
Con la idea de promover un cambio de hora armonioso, Europa facilita comunicación, intercambio y medios de transporte a los ciudadanos, logrando así el ahorro buscado y la comodidad del ciudadano, obteniendo los beneficios de la energía solar para todos.