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Los astrónomos no dan crédito: hallan fuera de la Via Láctea un agujero negro 30 millones de veces mayor que el Sol

  • Betania Vidal
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Un agujero negro vive en el corazón de la galaxia espiral NGC 3783, a unos 135 millones de años luz de la Tierra. Tiene una masa equivalente a 30 millones de soles y acaba de mostrar una actividad extrema. Tras una gran llamarada, expulsó vientos cósmicos a una velocidad cercana a una quinta parte de la velocidad de la luz.

En este artículo nos centramos en cómo se detectó este agujero negro supermasivo, qué observaron exactamente los astrónomos con telescopios espaciales como XMM-Newton y XRISM, y por qué este hallazgo ayuda a entender cómo evolucionan las galaxias.

Un agujero negro supermasivo fuera de la Vía Láctea

Los astrónomos detectaron una potente llamarada de rayos X procedente del núcleo activo de NGC 3783, una región conocida como AGN, donde un agujero negro supermasivo se alimenta de gas y polvo sin descanso. Estos núcleos son inestables y brillantes, pero lo que vino después fue excepcional.

Cuando la llamarada se apagó, dejó tras de sí vientos que viajaban a más de 60.000 kilómetros por segundo. Eso equivale a unos 130 millones de kilómetros por hora. Nunca se había observado a un agujero negro generar vientos tan rápidos de forma tan directa.

El origen de este fenómeno parece estar en el campo magnético del propio agujero negro. Según los datos, las líneas magnéticas se habrían enredado y liberado de golpe, expulsando enormes cantidades de materia al espacio. Los científicos comparan el proceso con las eyecciones de masa coronal del Sol, pero llevadas a una escala difícil de imaginar. Aquí no hablamos de una estrella, sino de un monstruo con la masa de 30 millones de estrellas como el Sol.

Las observaciones se realizaron combinando dos telescopios espaciales de la Agencia Espacial Europea. XMM-Newton siguió el estallido inicial, mientras que XRISM, con su instrumento Resolve, analizó con detalle la composición y la velocidad de los vientos posteriores. Esta coordinación permitió ver el fenómeno casi en tiempo real.

Por qué el hallazgo sobre este agujero negro es tan importante

Los astrónomos llevan años sospechando que los agujeros negros supermasivos influyen en la evolución galáctica. Este descubrimiento aporta pistas clave sobre cómo funcionan y su relación con las galaxias que los rodean. Algunos motivos por los que el hallazgo destaca:

Los investigadores creen que estos vientos pueden barrer el gas que rodea al agujero negro, frenando o estimulando la formación estelar según el caso. Por eso, comprender su origen y su fuerza es clave para reconstruir la historia de muchas galaxias.

Este agujero negro no es único en tamaño, pero su comportamiento extremo lo convierte en un laboratorio natural perfecto. Cada observación como esta acerca un poco más a entender cómo los objetos del universo moldean el cosmos que ves hoy.