El Supremo se plantea renunciar a nuevas euroordenes si Alemania no entrega a Puigdemont
El Tribunal Supremo se plantea renunciar a seguir solicitando nuevas euroordenes contra los responsables del golpismo catalán fugados si la Justicia alemana rechaza finalmente la entrega del ex presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, por delitos de rebelión y malversación.
Según las fuentes consultadas por OKDIARIO, el escepticismo sobre la cooperación y colaboración de la Justicia europea en la entrega de los independentistas procesados se ha apoderado del Alto Tribunal. Un escepticismo alimentado por los últimos capítulos protagonizados por la Justicia belga y la alemana, sin olvidar a Suiza.
Estas mismas fuentes consideran que si el Supremo persiste en la tramitación de las OEDE y éstas son rechazadas nuevamente lo único que se conseguiría es alimentar el falso discurso propagado por los independentistas fugados de que Europa les da la razón.
En este contexto, la Fiscalía de Bélgica solicitaba el pasado 13 de noviembre a la juez de la Audiencia Nacional, Carmen Lamela, información sobre el estado de las cárceles españolas antes de la declaración del ex presidente catalán, Carles Puigdemont y los cuatro ex consejeros de su Gobierno que huyeron a Bélgica, Meritxell Serret, Lluís Puig, Toni Comín y Clara Ponsatí en dicho país.
Esta petición hacía saltar las alarmas sobre el resultado de la Orden Europea de Detención y Entrega OEDE cursada por la titular del Juzgado de Instrucción nº 3 de la Audiencia Nacional. De hecho, cuando el magistrado del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, asumió la instrucción decidió retirar la OEDE ante el riesgo de que los fugados no fueran entregados por el delito de rebelión. Podría darse la paradoja de que algunos ex consellers fueran juzgados por dicho delito y en cambio, el máximo responsable del golpe, Puigdemont, no.
Tras la detención de Puigdemont en Alemania, Llarena cursaba la OEDE y se topaba con la resolución previa del tribunal alemán de la región Schleswig-Holstein a principios de abril, que rechazaba inicialmente el delito de rebelión al considerar que durante el golpe independentista no hubo «suficiente violencia».
El tercer varapalo tenía lugar el pasado 16 de mayo cuando la Fiscalía belga rechazaba la entrega de Serret, Puig y Comín alegando supuestos defectos de forma en la euroorden presentada por Llarena. Este argumento no convencía al Supremo, que rechazaba tajantemente haber cometido tal error y que consideraba esta decisión como una nueva excusa para no colaborar en la entrega de los fugados.
De hecho, el propio Llarena enviaba al día siguiente una carta a la fiscal jefe del tribunal alemán de Schleswig-Holstein para advertirle de que el auto de procesamiento que dictó contra éste y otros investigados en esta causa que sustenta la euroorden (OEDE) es equiparable a una orden de detención y por lo tanto cumple con los requisitos exigidos en este procedimiento, al contrario de lo expresado por las autoridades belgas.
El cuarto palo en las ruedas llegaba este mismo martes cuando el tribunal del estado alemán de Schleswig-Holstein reiteraba su rechazo provisional a incluir el delito de rebelión entre los cargos por los que estudia entregar a Puigdemont. «Lo extraño ciertamente», apuntan, «es que dicho tribunal germano hubiera rectificado una decisión provisional con otra decisión provisional».
La Fiscalía alemana había solicitado a principios de este mes la detención del ex presidente catalán, en base a las nuevas pruebas presentadas por los fiscales españoles durante una reunión mantenida en La Haya. Según el Ministerio Público alemán, existen indicios que sustentarían las acusaciones de rebelión y alteración del orden público.
Ante este panorama, el Tribunal Supremo valora muy seriamente olvidarse de emitir nuevas euroordenes contra Puigdemont y los ex consellers fugados. Esto obligaría a los golpistas a vivir en lo que ellos denominan «el exilio», ya que en el caso de que pisaran suelo español serían inmediatamente detenidos y puestos a disposición judicial.
Esta decisión la adoptaría el juez instructor de la causa tras la resolución definitiva del tribunal alemán sobre la entrega de Puigdemont, que se podría conocer en los próximos días.
La causa sigue su curso en el Supremo
Tal y como avanzó este diario, la fuga del ex presidente catalán, Carles Puigdemont y de los otros seis dirigentes independentistas catalanes, Meritxel Serret, Toni Comín y Lluís Puig (Bélgica), Clara Ponsatí (Escocia), Anna Gabriel y Marta Rovira (Suiza), no paralizará el enjuiciamiento del resto de los golpistas que se han puesto a disposición judicial. Con este objetivo, el magistrado del Supremo Pablo Llarena abría el 11 de mayo una pieza separada en la causa.
El resto de procesados en la causa Oriol Junqueras, Jordi Turull, Josep Rull, Raül Romeva, Joaquim Forn, Jordi Sànchez, Jordi Cuixart, Dolors Bassa y Carme Forcadell, Lluís María Corominas, Lluís Guinó, Anna Simó, Ramona Barrufet, Joan Josep Nuet, Meritxell Borrás, Carles Mundó, Santi Vila y Mireia Boya podrían ser juzgados a finales de año.
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