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Cuidados del bebé

Los sorprendentes remedios para dormir a los bebés en pocos minutos

No existen una fórmula mágica para dormir a los niños. Algunos padres tienen suerte y cuentan con un bebé que duerme toda la noche sin despertarse, pero la gran mayoría sufre de noches de insomnio que crean desesperación. Sin embargo, podemos recurrir a algunos trucos que están ahí para que los utilicemos y la verdad es que son realmente sorprendentes. Conozcamos ahora, cuáles son y de qué forma aplicarlos para conseguir dormir a los bebés en pocos minutos.

Los sorprendentes remedios para dormir a los bebés en pocos minutos

La razón por la que los bebés no duermen toda la noche radica en su ciclo de sueño , que es muy diferente al de los adultos. En pocas palabras, hasta los 3-4 años, las fases del sueño ligero (la famosa fase REM) son mucho más frecuentes que las del sueño profundo. Esto explica el motivo de los muchos despertares vespertinos y nocturnos: en las fases REM es mucho más fácil que un niño se asuste por un mal sueño, que se despierte con un ruido repentino o con una luz encendida. Con los años estas fases se invierten y aumentan las del sueño profundo. Dejando a un lado la fisiología, existen algunas pautas que ayudan al niño a relajarse y conciliar el sueño con menos dificultad.

Hacer dormir a los bebés: productos naturales y buenas prácticas

Las rutinas son fundamentales para los niños. Especialmente cuando se trata de aquellas que podemos aplicar antes de dormir: les ayudan a calmarse y prepararse para dormir. Veamos entonces algunos consejos con 5 productos naturales para usar con total seguridad y que harán que el bebé se duerma en pocos minutos.

Además de las rutinas a la hora de dormir existen pequeños trucos para tener niños felices día y noche. Lo primero de todo es dejarlos un rato solos durante el día, sin la presencia voluminosa y constante de los adultos. Los días son estresantes incluso para los más pequeños: jardín de infancia, niñera, actividades extraescolares, lugares concurridos como supermercados, horas frente al televisor. Los estímulos son demasiados y hay que metabolizarlos de alguna forma, quizás con algunos juegos de madera o disfraces divertidos . El niño también debe tener la oportunidad de conocerse y pasar tiempo consigo mismo. Por último, pero no menos importante, los abrazos de mamá y papá: no hay nada como un cálido abrazo para hacer felices a grandes y pequeños.