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La regla de los cuatro regalos para Navidad

Uno de los principales quebraderos de cabeza que tiene la Navidad es la compra de los presentes para los peques de la casa, ya sea de manos de Papá Noel o de los Reyes Magos. Y es que son muchas las posibilidades entre las que elegir y no se sabe cuál de todas será la más acertada.

En ese caso, además de evitar comprarles juguetes sexistas o que inciten a la violencia, es importante que los padres tengan en cuenta en todo momento lo que se conoce como regla de los cuatro regalos. ¿Quieres conocerla? Sigue leyendo y la descubrirás:

¿Qué es?

Bajo tan singular nombre se encuentra una máxima, planteada especialmente por psicólogos y pedagogos, que establece que la mejor alternativa que existe es que al niño no se le regalen más de cuatro presentes por esas fiestas navideñas. En concreto, la misma determina que ese conjunto debe estar formado de la siguiente manera:

  1. Debe haber un regalo que sea para leer, ya se trate de un cuento, una novela o un cómic, por ejemplo.

  2. Otro tiene que ser algo que le sirva para llevar, como unas zapatillas, un pantalón, una sudadera, una cazadora…

  3. Algo que necesite, como, por ejemplo, para el colegio.

  4. Un regalo que realmente desee y que haya pedido de manera reiterada a la carta que ha enviado a los citados Reyes de Oriente.

    ¿Por qué llevarla a cabo?

    Básicamente el motivo de seguir esta singular regla a la hora de comprarles los regalos en las fiestas navideñas es que permite alcanzar varios fines importantes como son estos:

    • Ante la avalancha de presentes que pueden tener, que cuenten sólo con cuatro artículos les llevará a poder disfrutar mejor de los mismos y a no dejar ninguno de lado.

    • Es una buena manera de que desde temprana edad vengan a rechazar el consumismo sin sentido.

    • De la misma forma también se consigue que no sean egoístas y acaparadores. Y es que si se les dan muchos presentes, se fomentará que jamás estén conformes, que siempre quieran más y más.

    • No hay que pasar por alto tampoco que decantarse por la regla de los cuatro regalos es una manera de que, desde la infancia, tengan una serie de valores importantes para lo que será toda su vida. Nos estamos refiriendo a que aprendan a valorar las cosas que tienen y a saber que no se es más feliz porque se tengan más cosas, lo realmente importante de la vida son las personas, sentirse queridos y tener el respaldo de la familia.

    • Descubrirán que siempre es más importante la calidad que la cantidad.

    • Por supuesto, todo eso sin pasar por alto que optar por esta alternativa supone que los adultos puedan ahorrarse un dinero, algo de agradecer en estos momentos de crisis en los que hay que abrocharse el cinturón.

    • Y ni que decir tiene que, además, así también aprenden a valorar la suerte que tienen de que en sus familias, a pesar de la situación económica que se está viviendo, sí pueda llegar Papá Noel o los Reyes Magos.

    Por todos estos motivos, es por lo que se recomienda que, en Navidad, los padres no duden en llevar a cabo la compra de únicamente cuatro presentes por hijo. Es más, se les advierte que si no lo hacen no estarán favoreciendo a los pequeños, ya que los expertos han manifestado que mientras más regalos, más vacíos se sienten los menores.

    Un caso que no sigue la regla

    Como hemos mencionado, son muchos los aprendizajes positivos que se consigue transmitir a los niños gracias a la regla de los cuatro regalos. No obstante, parece que no todos los padres están de acuerdo con la misma y piensan que mientras más presentes les compren, más queridos se sentirán.

    Eso es un craso error, pero hay adultos que caen en el mismo. Y un buen ejemplo es la madre que ahora se ha convertido en viral. Nos estamos refiriendo a la irlandesa Emma Tapping que no ha dudado en adquirir para sus tres vástagos la friolera de ¡300 regalos!

    Una fotografía de todos esos presentes junto al árbol de Navidad de la casa es la que ha suscitado la polémica. Y es que son muchas las personas que, ante la montaña de paquetes y envoltorios, no han dudado en manifestar lo equivocada que está esa mujer en la educación de sus hijos e incluso la han llegado a tachar de excesivamente consumista.

    Sin embargo, Emma ha salido al paso de todas esas críticas. ¿Cómo ha contestado? Básicamente exponiendo que “mi actitud y lo que compro a mis hijos es asunto mío, de nadie más”. Una frase directa y clara a la que ha añadido que cada uno que se dedique a analizar y a criticar su vida y no la de los demás.