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¿Por qué los niños deben aprender a jugar al ajedrez?

El ajedrez tiene infinidad de beneficios para los niños, como desarrollar la memoria, la lógica y la paciencia. Un juego que además está de moda gracias a la serie de Netflix, Gambito de dama.

¿Por qué los niños deben aprender a jugar ajedrez? Muchas son las tardes que vamos a pasar con los niños en casa, durante las próximas semanas o meses y no solo por la pandemia, sino porque el invierno se acerca y apetece más estar en casa calentitos que pasando frío en la calle, de modo que aprovechemos para que los niños aprendan uno de los mejores juegos para su diversión y también, desarrollo.

¿Por qué los niños deben aprender a jugar al ajedrez?

El ajedrez es sin duda una de las mejores alternativas educativas y lúdicas al aburrimiento, o también para evitar que los niños se pasen el día delante de la pantalla del ordenador o del móvil. Es además un juego de alguna manera se ha puesto de moda gracias a la ya famosa serie de Netflix, «Gambito de dama» que está provocando que mucha gente se aficione a jugar al ajedrez, de modo que ¿por qué no enseñar también a los niños?. 

Enseñar a los niños a jugar al ajedrez no solo servirá para lo mencionados, sino que este juego presenta innumerables beneficios desde el punto de vista del desarrollo cognitivo de los niños. Veamos entonces cuáles son esos beneficios:

Habilidades lógicas

El ajedrez ayuda a desarrollar las habilidades lógicas del jugador . Como todos los juegos de estrategia, de hecho, sirve para quien juega sea capaz de resolver problemas reales a medida que surgen, aprendiendo a remodelar las soluciones en poco tiempo y en base a las jugadas puestas en marcha por el oponente.

Concentración

La concentración es clave al jugar al ajedrez. Porque siempre debes estar atento a los movimientos del oponente, prevenirlos, bloquearlos. Distraerse puede ser fatal y, en última instancia, tiene más posibilidades de ganar quien logre mantener el nivel de concentración durante más tiempo.

Enseña a respetar las reglas

Como muchos juegos, el ajedrez se basa en reglas muy estrictas que deben ser conocidas y respetadas, mientras se aprende a respetar al oponente. Hacer trampa en el ajedrez es imposible. Y la suerte no es un elemento del juego (como podría serlo en la mayoría de los juegos de cartas).

Habilidades del comportamiento

Racionalidad, autocontrol, capacidad de pensar rápido… son elementos clave para lograr la victoria. El ajedrez ayuda a aumentar estas habilidades fortaleciéndolas.

Enseña a tener paciencia

Una partida de ajedrez es lenta y puede durar varias horas. La paciencia se pone a prueba varias veces (no hay que tener prisa en querer ganar, sino tener paciencia mientras juega el oponente y saber esperar el turno). Pocos juegos como el ajedrez contribuyen a incrementar de forma total e inmediata este talento que parece estar ausente en las nuevas generaciones .

Desarrolla la memoria

Recordar los movimientos jugados y lo que hizo el oponente ayuda a no perder el hilo del juego y no tener que reinventar una estrategia desde cero cada vez. Además, el ajedrez ayuda a mejorar la memoria visual, que junto con la capacidad de concentración y el desarrollo del pensamiento lógico son elementos clave para lograr el éxito.

Aumenta la autoestima

El jugador de ajedrez debe confiar en sí mismo. Debe partir del supuesto de que tiene todas las herramientas para apoyar el juego y lograr la victoria. Tiene que creer en su capacidad para resolver un problema.