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Masaje para embarazadas: ventajas para las mamás

Descubre qué son los masajes relajantes para embarazadas, cuáles son sus beneficios tanto para la madre como para el bebé.

El masaje durante el embarazo es una panacea para cualquier mujer. No es peligroso en absoluto, de hecho, el embarazo es quizás uno de los mejores momentos para tomarse el tiempo y recibir masajes, de modo que vamos a hablaros ahora del masaje para embarazadas y cuáles son las ventajas para las mamás.

Masaje para embarazadas: ventajas para las mamás

El masaje realizado en el período prenatal no difiere del masaje tradicional , salvo por la posición que debe asumir la mujer sobre la camilla de masaje (no en decúbito prono) y por algunas precauciones que debe seguir el fisioterapeuta o esteticista durante el masaje (por ejemplo se evitará tocar el vientre mientras que no habrá problema en masajear la espalda y las piernas).

Son muchas las ventajas de recibir un masaje durante el embarazo (y también en la fase de posparto), tanto que cada vez son más los médicos y parteras que recomiendan esta práctica.

Beneficios de recibir un masaje durante el embarazo

Estos son solo los principales efectos beneficiosos que se pueden obtener de un programa de masajes específico para mujeres embarazadas. Ciertamente no menos importantes son los beneficios que puede recibir el bebé en la barriga.

Sabemos bien que un niño y una madre son uno y que todo lo que la madre siente y experimenta, el bebé lo sentirá y vivirá de la misma manera.

Si la madre está estresada, está cansada, irritada, incluso el bebé percibirá y vivirá estas condiciones como propias. Por el contrario, si la madre experimenta tranquilidad, serenidad, bienestar físico y relajación, estas experiencias también las vivirá el niño.

No se recomienda sin embargo el masaje durante el primer trimestre del embarazo ya que la mujer en ese período está más sujeta a fuertes cambios físicos y hormonales.

Pero pasados ​​los primeros tres meses se pueden realizar masajes de forma semanal, con una duración de entre 30 minutos y una hora según las necesidades de la mujer.