Juegos en la piscina con los niños: consejos para que se sumerjan de forma segura en el agua
Los juegos en la piscina con los niños pueden ser divertidos, pero también peligrosos. Debemos ir con cuidado y vigilar siempre a los niños.
Llega el verano y pocos son los niños que se pueden resistir a jugar en la piscina, en el caso de que la tengamos, aunque debemos ir con mucho cuidado para que cualquier juego sea seguro. Veamos ahora algunos consejos para que los juegos en la piscina con los niños sean seguros.
Juegos en la piscina con los niños: consejos para sumergirnos de forma segura en el agua
Los niños se acostumbran al agua fácilmente: lo importante es que se acerquen a ella a gradualmente desde los primeros meses de vida (a partir de los 4 o 5 meses de edad). Después de todo, durante nueve meses nadaron en líquido amniótico de muchas maneras similares al agua, pero cuando se trata del verano y de juegos en la piscina, debemos prestar especial atención a su seguridad.
Sin duda, los primeros años son importantes para que los pequeños adquieran una buena relación y se sientan cómodos en el agua yendo a la piscina una o dos veces por semana, de modo que se puedan sumergir con mamá y papá al lado, salpicando y dejando que penetre parcialmente en el agua con la cabeza, pero desde el primer día, debemos vigilar que los niños a pesar de que pierdan el temor al agua, siempre la respeten y sepan que deben nadar siempre con cautela.
Hasta los tres años de edad, es bueno elegir juegos que sean los más adecuados para que se diviertan pero para que además estén tranquilos. Una idea es organizarse con pelotas y animales de goma blanda: acostumbrarlo a abrir los ojos para ver a mamá y papá jugando con él bajo el agua, tal vez tratando de agarrar la muñeca de goma que lo precede en la superficie del agua, pero siempre sin dejar que se sumerjan solos.
Si el niño tiene más de tres años, podemos divertirnos con él mientras está sumergido hasta la cintura, Un juego que podemos hacer (pero solo si estamos seguros de que el niño es capaz de hacerlo y si además toca de pie en la piscina) es recoger una anilla en el suelo de la piscina, alentándolo a que baje al menos para cubrirse los hombros y la barbilla.
Saltar al agua y bucear también puede ser una idea divertida, pero debemos estar atentos a cada salto, caída y cómo el niño o niña nada bajo el agua. Será suficiente con que estemos afuera, mientras otro adulto está dentro del agua listo para agarrar al niño o niña si tiene dificultades una vez que haya entrado al agua.
Si notas que tu hijo o hija tiene todavía cierto miedo al agua, debes ayudarte de tablas o de espumas flotantes para que el niño o niña pueda sujetarse y flotar. Poco a poco se irá soltando y conseguiremos que nade libremente y sin problema.
Como hemos indicado, es recomendable acostumbrar al niño o niña gradualmente y si ves que no quiere saber nada con los juegos de piscina que proponemos o que de hecho, no se quiere meter en el agua, nunca le tenemos que obligar. Forzar siempre es contraproducente y correría el riesgo de cancelar todos los pasos hacia adelante en términos de acuaticidad y aclimatación realizados hasta ese momento.
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