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¿Qué hacer cuando a un niño le huelen los pies o las axilas?

El motivo por el que huelen los pies o axilas al niño suele ser la pubertad o también la pubertad precoz.

¿Qué hacer cuando a un niño le huelen los pies o las axilas? El sudor y más en verano es algo a lo que nadie escapa, tampoco los niños. Pero en el caso de que el olor de la sudoración de nuestro hijo sea demasiado fuerte quizás la causa sea algo más que el simple hecho de tener calor.

¿Qué hacer cuando a un niño le huelen los pies o las axilas?

Muchas son las consultas en endocrinología de padres que buscan una razón al porqué huelen los pies o axilas del niño, de modo que no es un problema aislado, sino que es algo bastante común especialmente cuando el pequeño está llegando a la pubertad.

Pero ¿y si es antes de la pubertad? En ese caso es posible que nuestro hijo o hija esté pasando por lo que se conoce como «pubertad precoz».

Sin embargo, debemos saber primero de todo a qué se corresponde la pubertad, para que la que se deben » activar» dos circuitos. En las niñas, la glándula maestra (llamada glándula pituitaria y ubicada en la base del cerebro) debe enviar mensajes a dos glándulas: los ovarios y la glándula suprarrenal, ubicada en los riñones. En los niños, la glándula pituitaria debe enviar sus mensajes a los testículos y la glándula suprarrenal.

A partir de aquí, podemos decir que si un niño sufre de mucho olor de pies y axilas puede que se deba a la pubertad si esto sucede a partir de los 9 años. Si en cambio sucede entre los 8 y 9 años sí que puede deberse a la pubertad precoz.

¿Y si sucede antes? ¿Si le pasa a un niño o niña que tenga por ejemplo seis años? Pues entonces no estamos hablando de pubertad, sino de adrenarquia precoz aislada. Una palabra muy complicada que sin embargo explica un fenómeno simple: los mensajes de la glándula pituitaria se activan, pero solo hacia uno de sus dos destinos. Así, en las niñas, los mensajes a los ovarios no se activan y, en los niños, son más bien los de los testículos los que no lo están.

¿Qué hacer?

No existe una cura, antibiótico o píldora milagrosa que evite que se produzca ese malo o que alivie el sentido del olfato. El olor a sudor que desprende tu pequeño, incluso a los 6 años, forma parte de un proceso hormonal normal. Nada puede detenerlo. Por tanto, debemos encontrar una forma de eliminar los olores.

Una de las cosas que el especialistas sugerirá a los padres, es que miren las axilas del niño para ver si hay pequeños folículos pilosos que están comenzando a estimularse. No verás ningún pelo, pero podrá ver que la piel no es lisa, que hay pequeñas grietas. Si es así, lo crea o no, la piel está lista para recibir un desodorante de modo que debemos comprar uno en la farmacia que sea suave y no irrite la piel del pequeño (importante será comprar uno que tenga aluminio). Lo mismo podemos hacer con los pies. Acudir a una farmacia y comprarle un desodorante de pies.

Añade a eso una buena limpieza diaria de las zonas que emiten mal olor. Observa a tu hijo para ver si se frota bien las axilas y los pies con jabón y huele antes de salir del baño o la ducha.

En el caso de los pies además, será bueno el uso de unas buenas plantillas para eliminar los olores, así como lavar su calzado de forma regular.

Por último y más ahora que se acerca el verano, será bueno hidratar bien al niño para evitar que sude en exceso y como no, apostar por tejidos ligeros para que esté fresco y cambiarle la ropa de forma regular.