Bebés

Consejos para que tu hijo se defienda de niños crueles

A todos nos ha pasado en el colegio que hemos tenido compañeros crueles que, en algún momento puntual, se han metido con nosotros por nuestro aspecto, nuestra familia, nuestras notas…o, al menos, todos conocemos a alguien que haya sufrido esta situación que, cuando llega a determinados puntos, puede llegar a convertirse en acoso escolar.

Si tu hijo se encuentra ahora con algún alumno de clase que, sin caer en ese mencionado bullying, se mofa o burla de manera cruel por una razón, es importante que te sientes a hablar con tu pequeño y que le des varios consejos que deberá aplicar en pro de superar esta situación:

1-Nada de violencia y crueldad

Lo primero y más importante que debes hacer es enseñarle a tu pequeño que bajo ningún concepto debe responder a ese compañero con actitudes violentas o con comentarios tan o más crueles que los que este realiza. Es necesario que aprenda que en la vida con ninguna de esas cosas se solucionan los problemas, lo único que se consigue es incrementarlos.

Por eso, debes dejarle claro que no entre en discusiones, que no se ponga al mismo nivel de ese menor atacándole donde más le puede doler y que jamás le golpee ni le insulte. Caer en su juego lo único que conlleva es que la situación se complique mucho más y pueda llegar a límites realmente serios.

2-Al compañero cruel no hay que hacerle aprecio

De la misma forma, muy en relación con la recomendación anterior se encuentra esta. Básicamente es una enseñanza que también debes transmitirle a tu hijo y que no es otra que haga caso omiso a los comentarios crueles y despectivos de ese compañero. Y es que, como dice el refrán, “no hay mayor desprecio que no hacer aprecio”.

Debe ignorar por completo las cosas que le diga y eso supone, además, que no las tenga en cuenta y que no les dé importancia. Pasar de sus comentarios y no darle valor de ningún tipo contribuirá a que no puedan herir, a que no hagan daño y a que no se conviertan en un “trauma”.

3-Educación ante todo y sobre todo

Por supuesto, ni que decir tiene que es imprescindible que, desde el primer momento, le dejes patente a tu pequeño que nunca, bajo ningún concepto, pierda su buena educación. Llevando a cabo esta demostrará que no cae en el juego del menor cruel, que no se va a poner a su altura y que no va a permitir que nadie le haga comportarse como no es en realidad.

Es más, déjale claro que siempre debe mantener las formas y mostrar su amabilidad pues esto, además de todo lo expuesto, llegará incluso a descolocar a ese niño que se dedica a realizar los comentarios groseros o fuera de lugar.

4-En caso de violencia, debe pedir ayuda

De la misma manera, es conveniente que sepas claramente qué situación está viviendo tu hijo y a qué punto ha llegado. Esa es la mejor manera para darle los consejos adecuados, entre los que debe estar otro muy importante. Nos estamos refiriendo al hecho de que es fundamental que le indiques que si en algún momento la actitud de su compañero es violenta y le está haciendo sufrir gravemente no sólo te la comunique a ti sino que en el colegio pida ayuda a los profesores. Es decir, que les cuente lo que ha sucedido para que puedan poner las medidas de cara a evitar que la situación pueda volver a repetirse.

Déjale claro que solicitar ayuda no es ser un chivato, es ser un valiente porque supone reconocer que hay un problema, que se está pasando mal y que hay que solventarlo por el bien de todas las partes.

A grandes rasgos, estos podemos decir que son los consejos más importantes que puedes darle a tu hijo de cara a que pueda hacerle frente a los comentarios crueles de uno de esos típicos compañeros que siempre suele haber en clase. De la misma manera, también opta por facilitar la comunicación con tu pequeño, que a diario habléis de vuestro día para que así puedas conocer cómo está y en qué punto se halla el problema, e incluso por demostrarle en todo momento tu cariño. Con esta última acción conseguirás no sólo indicarle que siempre te va a tener a su lado para lo que necesite sino también que sientes un gran orgullo porque esté afrontando la situación con las herramientas que tú le has dado. Herramientas que le serán de gran utilidad a lo largo de toda su vida para poder afrontar los contratiempos y obstáculos que aparezcan en su camino de forma madura, valiente, serena y, sobre todo, empática y con una educación exquisita.