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Domingo de Resurrección

Solemne celebración de las Procesiones del Encuentro en Palma y todos los pueblos

Un millar de personas han llenado la Catedral de Palma tras dos años sin la celebración del Encuentro

Las procesiones han sido especiamente emotivas y vistosas en Felanitx, Santa Maria, Inca y Pollença

El obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, ha presidido las celebraciones del Domingo de Pascua en la Catedral de Mallorca, fiesta cumbre del año litúrgico en la que se conmemora la resurrección de Cristo. Más de 1.100 personas han llenado la Seu. «La fiesta de Pascua anuncia el triunfo de la vida sobre la muerte, el triunfo de la gracia sobre el pecado, el triunfo del bien sobre el mal», ha dicho el Obispo.

 La celebración de la Eucaristía ha comenzado con la tradicional procesión del Encuentro, que muestra de forma gráfica la reverencia de la Virgen a su hijo resucitado. El Capítulo de la Catedral, el obispo y el decano han abierto el desfile religioso que ha concluido con el paso de Jesús Resucitado.

La procesión ha transcurrido por la nave de la derecha del altar mientras por la izquierda ha llegado la Virgen. Todo en un ambiente de respeto y incienso. Dos familias mallorquinas han transportado a hombros las dos imágenes. De la capilla de San Benito ha salido la familia Damento con la talla de Cristo Resucitado. Y de la capilla de la Purísima Concepción, la familia Truyols con la talla de la Virgen del Encuentro.

La procesión ha finalizado en el altar mayor cuando la Virgen, impulsada por un muelle, se inclina por tres veces delante de su hijo. Debido a este movimiento, a esta Virgen se la conoce como la Verge dels tres botets. Después han subido ambas imágenes al altar mientras el obispo ha iniciado la misa.

Procesión del Encuentro de Santa Maria.

Taltavull ha iniciado su homilía así: “Recibiendo el anuncio de la Resurrección de Jesús, queriendo vivir a fondo lo que significa Pascua para los seguidores de Jesús, nos proponemos hacer del anuncio que ha marcado la historia de la humanidad una vivencia que llena nuestro corazón de alegría y nos dispone a orientar nuestra vida, la de nuestro ser, decir y hacer, hacia un horizonte definitivo, que abarca más allá de lo que ven nuestros ojos y captan los demás sentidos. La fe nos regala una nueva forma de mirar y existir, otros ojos que captan realidades espirituales más allá de nuestras humanas posibilidades y previsiones en el tiempo.”

La procesiones del Encuntro se han celebrado con solemnidad en todos los pueblos de Mallorca siendo espcialmente relevante por su tradición las de Felanitx y Pollença. En Santa Maria, la procesión ha puesto el colofón a una Semana Santa con muchos actos religiosos y entre ellos, la emotiva procesión del Viernes Santo.