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El pianista David Gómez, conocido por tocar rodeado de miles de velas, denuncia que le han plagiado la idea

El músico mallorquín lleva a los tribunales a la empresa multinacional que le ha copiado su idea

Desde hace más de 25 años, el famoso pianista a nivel internacional David Gómez ofrece por el mundo entero cálidos conciertos nocturnos en los que él y su piano están rodeados de velas. Una idea única que se le ocurrió durante su estancia en Holanda, en su etapa como estudiante en el Conservatorio de Rotterdam, al observar en su día a día cómo los holandeses trataban de buscar la calma con velas.

Sin embargo, desde el año 2019 el panista y compositor de origen suizo vio cómo una conocida empresa de música clásica le robó su idea y organiza conciertos como hace él, rodeado de miles de velas, según ha denunciado a OKBALEARES.

«Han quemado por completo mi espectáculo. Me he visto obligado a cancelar infinidad de conciertos. Mucha gente les compra entradas a ellos pensando que era yo porque a mí me conocen como el pianista de las velas», cuenta el músico.

Es por eso que David Gómez ha tenido que llevar a los tribunales a esta empresa, que es la que más ha facturado en la historia de la música clásica, al considerar que está infringiendo sus derechos de propiedad intelectual. «Hay un aprovechamiento muy grande de mi carrera. Es una empresa multinacional con mucho dinero que está explotando mi idea por todo el mundo. Hacen conciertos en más de 100 ciudades y en su propia página web dicen que llevan millones de euros ganados por venta de entradas, todo a costa mía», manifiesta indignado a este periódico.

El pianista ha podido seguir dando conciertos, pero no como años atrás. «En Madrid o Zaragoza ya no actúo. En otras ciudades ya no vendo entradas porque ya van ellos dos veces por semana mientras que yo iba una vez al año, por lo que mi idea ha dejado de ser especial», lamenta.

Y es que David Gómez creó esta idea basada en una escenografía única, en la que toca en lugares inusuales como castillos, catedrales, faros o incluso cementerios. «La gente venía a mis conciertos porque era algo diferente. Tocaba una vez al año en los lugares a los que iba para no quemar la escenografía y la gente venía», explica.

Su realidad ahora ha cambiado, aunque sigue disfrutando con su piano allá por donde va. «En estos cuatro años he estado un poco abatido, esta situación ha mermado un poco mi carrera, pero sigo llenando los pocos conciertos que hago ahora», asegura David Gómez.

«Yo sería incapaz de copiar a alguien. Tenemos una vida y hay que gastarla de la forma más bonita posible. En mi caso es creando. Sólo por dinero no podría copiar a alguien, no me cabe en la cabeza. Me pongo en el papel de ellos y sinceramente no lo entiendo. Lo hacen únicamente por dinero, pero para mí lo bonito es crear y que la gente te conozca por eso», afirma.

Por último, David Gómez se muestra esperanzado de que «se haga justicia» con esta situación y espera tener una indemnización por «todos estos daños y perjuicios» que le han ocasionado.