Pep Ignasi Aguiló: «No hay incentivos al alquiler, el propietario prefiere tener la vivienda vacía»
"Tenemos una dualidad tremenda: trabajadores con condiciones muy buenas y otros en situación precaria. Es una injusticia".
"Ser joven y buscarse la vida empieza a ser muy complicado. Tendríamos que facilitar las cosas a los que vienen"
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Presidente y fundador del colectivo de profesores de Baleares PLIS Educación, entidad a favor del bilingüismo en las aulas de las Islas, Pep Ignasi Aguiló (Palma 1962), es Doctor en Economía por la Universidad de les Illes Balears donde imparte clases. Su paso breve por la política le llevó a presidir la Conselleria de Hacienda del PP entre 2011 y 2013 y la oposición en el Ayuntamiento de Palma, entre 2015 a 2019.
Pregunta.- ¿La situación económica de Baleares cómo la definiría?
Respuesta.- Estamos en un periodo de recuperación después del golpe que han supuesto todas las restricciones que hemos vivido. Es un momento de recuperación pero también debería de ser un momento de impulso y de transformación, por decirlo de alguna manera, no de adaptación. Yo creo que entramos en la crisis de la pandemia algo tocados. El crecimiento se va debilitando porque estaban pendientes de hacer una serie de cambios y de reformas estructurales, y no se han hecho. Un ejemplo claro: la reforma de la legislación laboral. España y Baleares tienen un problema que es el desempleo. Tener el 15 por ciento de la población activa desocupada supone que el Producto Interior Bruto es mucho más bajo. Es el origen de prácticamente todo. Tenemos una legislación que genera una dualidad tremenda. Unos trabajadores tienen unas condiciones laborales muy buenas, pero para que éstos tengan esas condiciones, tenemos otro colectivo, en situación precaria. Es una injusticia. Es curioso que no se denuncie nunca, porque es probablemente la mayor injusticia que tenemos en el país. Si tú te encuentras en una situación precaria, es difícil hacer proyectos de vida, que te desarrolles como persona o sentirte seguro, incluso. Ahí tenemos un problema como país.
P.- El gasto público balear se ha disparado.
R.- En la Administración balear y en la española. Y encima no hablamos, que es lo peor. Siempre digo que una de las cosas más complicadas es tener datos objetivos de forma permanente. Se ha jugado mucho a esconderlos. ¿Dónde está la bolita? Recuerdo cuando yo estaba en la Conselleria de Hacienda que muchos de los funcionarios decían dónde está la bolita. Sabían dónde estaba, pero estaba camuflada de mil maneras. No nos están transmitiendo todos los datos que necesitaríamos para observar esa recuperación.
P.- ¿Baleares está infra financiada o mal gestionada la financiación?
R.- Siempre he pensado que lo que necesitan las comunidades autónomas es lo mismo que los ayuntamientos: hacerse responsables, hacerse mayores. Los ayuntamientos tienen un impuesto, y los alcaldes si quieren más recursos, tienen que pedirlos a los vecinos. Eso limita la acción de los alcaldes. Las comunidades autónomas, como tienen compartidos los grandes impuestos, nadie identifica a los presidentes de las comunidades autónomas con esos impuestos. Eso hace que compitan por gastar más y no por administrar mejor. Ahí tenemos un problema. Yo siempre he sido partidario de que la comunidad autónoma maneje uno de los grandes impuestos, de forma separada y exclusiva, de los otros. Sería la forma de hacerlos responsables. Si necesitan más financiación, la tienen que pedir a sus ciudadanos.
P.- En el Parlament se está hablando mucho del tema de la alternativa al turismo. ¿Es posible en Baleares, una economía no tan dependiente de este sector?
R.- Claramente imposible. A largo plazo, todo puede pasar, pero de forma inmediata, hay que apostar al turismo. El turismo tiene muchísimos elementos beneficiosos, y lo que hay que hacer es canalizarlos. Eso forma parte de las transformaciones estructurales que están pendientes. Ahí es donde hay que que trabajar mucho.
P.- ¿El sector energético en Baleares puede ser una palanca de cambio?
R.- Podría ser. En toda Europa, y en especial en España, es un sector tremendamente intervenido. Los gobiernos lo utilizan como arma política. Es uno de los grandes problemas que tenemos. Debería darse más peso a la visión económica de la gestión de la energía. Todo nos iría mejor. La política industrial depende de que seas eficiente y uno de los elementos de eficiencia más importantes es el energético. Ahí es donde tenemos el problema. Muchas industrias no pueden localizarse en Baleares. Han tenido que deslocalizarse por mil motivos pero uno importante, ha sido el energético. La energía en Baleares es cara, no sólo por la insularidad, sino por la estructura del mercado, que está muy centralizada, muy monopolizada en muchos elementos, y esto hace que los precios sean más elevados. No hay más.
P.- El acceso a la vivienda, es casi un imposible para los residentes. ¿Cómo se podría revertir la situación?
R.- Otro sector tremendamente intervenido que depende, básicamente, de las decisiones que se tomen desde las administraciones públicas. Tenemos un dato que apareció este año, por primera vez, como consecuencia de que se ha abierto la información que tiene Hacienda de las viviendas vacías. Y resulta que en Baleares, ahora no recuerdo la cifra, pero estaban en el orden de las 120. 000. ¿Por qué están vacías?. Pues probablemente porque no hay incentivos suficientes para el alquiler, porque estamos en una situación en la que los propietarios se sienten indefensos, en muchos casos, y prefieren tener la vivienda vacía, a tenerla ocupada generando una renta. Ahí es donde deberíamos actuar. Si tenemos esta situación, por qué no facilitamos el que se alquile, y se ponga en el mercado. Probablemente hace falta una protección especial para los propietarios, y no al revés.
P.- La expropiación de viviendas a los llamados grandes tenedores, parece que es la vía que ha elegido el Govern de Armengol.
R.- Esto parece más propagandístico que real. Habría que ir en sentido contrario: dar facilidades para que entren en el mercado y para que la oferta aumente. Dado que tienes un stock enorme de viviendas, por qué no las vas a sacar al mercado. Pues porque no hay incentivos suficientes, porque los incentivos van al revés, para no sacarlas. ¿Cuánta gente podría invertir en vivienda para alquilar, y no lo está haciendo? Esta es la realidad. Es un mercado tremendamente intervenido. Si el Gobierno levanta un poco la mano del mercado, las cosas funcionarían mejor.
P.- Mientras se habla de nueva economía, de nuevos sectores, la agricultura y ganadería, prácticamente, son ya residuales en Baleares.
R.- Residuales, pero importantes. Y siempre lo serán. Es verdad que tienes una serie de hándicaps. Uno de ellos, otra vez, es la energía, y luego, tenemos otros, como el agua. Es un sector que tiene muchas posibilidades, muchísimas. Comer hay que comer siempre, y comer bien.
P.- ¿Cuál sigue el espejo en el que la economía de Baleares se tendría que mirar?
R.- Pues en aquellos de los que oímos hablar poco porque están funcionando bien. Últimamente se pone el ejemplo de una isla que, en una generación, ha sufrido una transformación enorme, que es Nueva Zelanda. Básicamente, lo que han hecho ha sido prescindir del sistema de subvenciones, de impuestos excesivos y tener una conexión más directa con los mercados internacionales. La agricultura ha pegado un subidón enorme. Podríamos poner más ejemplos de economías que funcionan pero en líneas generales, si las analizamos, están muy relacionadas con la falta de intervención del gobierno. Esto da pie a que sea la población, los propios empresarios y trabajadores, los que elijan, los sectores que más les convienen. Y eso hace que toda la economía florezca.
P.- ¿La política industrial en Baleares es la adecuada?
R.- No sé cuál es la política industrial de Baleares. Debería ser impuestos bajos para las grandes partidas de costes empresariales y luego, tener un cuerpo de trabajadores bien formado. Eso pasa por un sistema de formación que es difícil de conseguir, requiere un cierto tiempo lograrlo.
P.- La pobreza siga aumentando en Baleares.
R.- En toda España. Esa dualidad de la que hablaba al principio del mercado de trabajo, lleva a que una parte de la población, poco a poco, vaya quedando más en el rincón. No sé si excluida del todo, pero con riesgo de exclusión. Y la única manera sería hacer una reforma en sentido contrario a lo que se está haciendo. El día en que el sector de los trabajadores eventuales, sea mayor que el de los que tienen contratos blindados, la cosa puede empezar a cambiar. Es muy difícil. Teníamos una oportunidad enorme con los fondos europeos, pero dónde van a ir. No se ve muy clara la situación. Es triste porque estamos viendo como, desde hace unos años, España pierde posiciones en todos los rankings internacionales, y dentro de España, Baleares pierde posiciones en el conjunto de España. Nunca hemos pensado a que se debe, pero probablemente, a todas estas pequeñas acciones, que están limitando las posibilidades de crecimiento, y las facultades vitales, de mucha gente. Ser joven, y buscarse la vida, empieza a ser muy complicado, y ahí es, donde tendríamos que actuar, para facilitar la vida a los que vienen.