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Las nefastas consecuencias de la política oportunista del Gobierno balear

La pasada semana, el vicepresidente del Gobierno balear, Juan Pedro Yllanes, se dio cuenta que, al haber abandonado la producción eléctrica con las centrales térmicas en Baleares, será necesario un segundo cable eléctrico para poder cubrir la demanda energética… ¡Qué bueno hubiese sido haberlo previsto antes!

Sin embargo, la realidad es que el Gobierno balear está aprovechando su legislatura para desarrollar su oportunismo político con medidas muy efectistas en términos mediáticos, pero poco eficientes, simplemente fallidos o incluso con resultados que eran exactamente lo contrario a lo deseado.

Los ejemplos son muchos y diferentes

Los ejemplos son muchos y diferentes: la moratoria a las plazas de alquiler vacacional ha supuesto un boom de alquiler ilegal disparándose un 70% en los últimos años; solicitar fondos del Impuesto de Turismo Sostenible (ITS) más conocido como la ecotasa balear para la concesión de ayudas para cambiar puertas y ventanas exteriores de casas particulares.

Así como la falta de llegada de los fondos europeos a las empresas en Baleares; el caos en el sector médico por los criterios cambiantes a la hora de contratar a los sanitarios por el tema del catalán o el mismo esperpento con patrocinio deportivo del RCD Mallorca anunciado a bombo y platillo y luego imposibilitado por los mismos socios del gobierno.

Otro buen ejemplo de todo ello son las declaraciones del vicepresidente de CAEB, Gabriel LLobera, ligado al sector hotelero, que ayer declaró que “estamos muy acostumbrados a estos anuncios a bombo y platillo en fechas clave que nunca se han cumplido” respecto a las declaraciones de los nuevos beneficios fiscales del Régimen Especial Balear (REB) que ayer anunciaron la presidenta balear, Francina Armengol, y el presidente del Gobierno central, Pedro Sánchez en su visita sorpresa. El anuncio más o menos suena igual al que Armengol hizo el 2019 y nunca se cumplió. Es más, Llobera dijo que desde que Carmen Planas preside la patronal hace 8 años “hemos asistido a al menos cuatro anuncios similares” que han quedado en agua de borrajas.

La realidad es que las ocurrencias políticas de este Gobierno balear están causando un grave perjuicio a muchos sectores productivos. Uno de los más perjudicados por el torrente de declaraciones y el alto nivel de especulación es el sector del juego privado en Baleares. Un sector amedrentado por todas las de declaraciones que los miembros del pacto de gobierno balear están haciendo especulando sobre el detalle de la nueva reforma de la ley de juego balear de 2014 que está a punto de producirse de la que depende un sector que emplea a más de 1500 personas de manera directa y aporta un 1% del total del presupuesto de la comunidad balear según la propia ATIB.

Las diferentes declaraciones que han hecho los diferentes líderes políticos todas con tintes electoralistas de la izquierda y de la ultra-izquierda pasan por recitar el mantra constante de la proliferación de las salas de juego, algo totalmente incorrecto, ya que desde el 2019 se han reducido la oferta, y la aplicación de un endurecimiento severo de la normativa para poder ejercer de manera normal la actividad del juego.

Según los expertos, todas estas medidas se acabarán trasladando al usuario lo que puede promover un aumento del juego ilegal teniendo, una vez más, un efecto contraproducente, ya que generará una indefensión a los usuarios ante la huida de éstos de entornos legales, controlados, regulados con resultados poco deseables.