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OBITUARIO

Muere Miquel Oliver, uno de los referentes del mundo del vino en Mallorca

El fallecido fue todo un pionero en producir un moscatel seco conocido popularmente como 'Muscat'

Con el cierre de la vendimia de este año, el mundo del vino mallorquín despide a una de sus figuras más emblemáticas: Miquel Oliver, referente en la modernización del sector vitivinícola de la isla y uno de los impulsores de la Denominación de Origen Pla i Llevant.

Durante décadas, Oliver fue un motor de cambio en la viticultura de Mallorca. Con visión, compromiso y valentía, transformó la bodega familiar en Petra apostando por la calidad, la innovación y el respeto al territorio. Su legado perdura no solo en sus vinos, sino también en las generaciones que inspiró y en las estructuras que ayudó a construir.

La presidenta de la DO Pla i Llevant, Xisca Armero, ha expresado el sentir del consejo regulador y de todo el sector: «Hoy despedimos a una persona muy importante para el mundo del vino, Miquel Oliver, gran maestro y mejor persona, pionero del sector y una de las personas que hicieron posible la DOP Pla i Llevant. Gracias por la labor realizada y por el legado que nos deja».

El expresidente de la DO, Antoni Bennàssar, que lideró la entidad durante dos décadas, recuerda el papel fundamental que jugó Oliver en el giro hacia la calidad: «Fue uno de los protagonistas del cambio del vino en Mallorca. Fue capaz de dar un nuevo enfoque a la bodega heredada de la familia para iniciar el camino hacia los vinos de calidad que ahora han alcanzado su plenitud».

En los años noventa, Miquel Oliver marcó un hito con la elaboración de un vino blanco de moscatel seco –entonces casi inexistente en la isla– bajo el nombre de Muscat. Esta apuesta, arriesgada y novedosa, sorprendió a expertos y consumidores, abriendo un camino que hoy siguen muchas bodegas mallorquinas.

Uno de sus mayores logros fue la transición generacional dentro de la bodega. Supo acompañar a su hija, Pilar Oliver, en su formación como enóloga, animándola a adquirir experiencia internacional antes de tomar las riendas del negocio familiar. Junto con el enólogo Jaume Olivella, impulsaron la creación de una nueva bodega a las afueras de Petra, ejemplo de integración entre viñedo y arquitectura sostenible.

El también bodeguero Miquel Gelabert rememora así sus inicios junto a Oliver: «Lo conocí en un viaje técnico de bodegueros por la península. Era una persona muy inquieta y allá donde iba siempre preguntaba sobre variedades, técnicas de cultivo, de vinificación… Fue de los primeros bodegueros en incorporar depósitos de acero inoxidable. De hecho, creo que fue el primero en modernizar su bodega».