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El Govern balear invertirá 220.000 euros en el tratamiento contra el ‘bullying’ escolar tras duplicarse los casos

Alumnos acosados y sus familias podrán recibir a lo largo del curso hasta 13 sesiones de psicoterapia

La cultura del silencio entre los escolares dificulta la detección de los casos por los docentes

  • Indalecio Ribelles
  • Redactor de OKBaleares, información local de Palma, social y política. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

Coincidiendo con el arranque esta semana del nuevo curso escolar, el Ejecutivo balear liderado por la popular Marga Prohens ha sacado a concurso por un total de 220.000 euros el programa de asesoramiento y tratamiento psicológico especializado por situaciones de acoso y violencia escolar, el llamado bullying.

Todo ello con el objetivo de dar atención psicológica a los menores de edad, a quienes les resulta difícil defenderse, dado que el acosador es física, psicológica y socialmente más fuerte, o bien, debido a que se enfrenta a diferentes agresores.

Fundamentalmente, la mayoría de los acosadores (bullies) actúan movidos por un abuso de poder y un deseo de intimidar y dominar, con un componente lúdico perverso y  la víctima no sabe cómo afrontarlo.

Los compañeros de aula, en muchas ocasiones, atribuyen al acosador y a la víctima diferentes roles (como el de liderazgo, en el caso del primero, o de persona débil, en el segundo), lo que no hace más que agravar la situación y prolongarla en el tiempo.

Además, la cultura del silencio entre los escolares hace que los docentes y equipos de orientación tengan dificultades para detectar el problema o lo hagan tarde, no pudiendo tomar las medidas más adecuadas o haciéndolo  demasiado tarde.

Una realidad que se ha disparado en los últimos cursos escolares en el caso de Baleares, según datos del Instituto para la Convivencia y el Éxito Escolar (Convivexit). En el curso 2022-23 se abrieron un total de 713 protocolos, aunque por la demora en la atención del anterior Govern de Francina Armengol, sólo se realizaron 62 derivaciones. Durante el curso 2021-2022, se abrieron 292 protocolos de prevención, detección e intervención del acoso escolar, de los que 106 fueron valorados como acoso. Se puede observar, por tanto, un significativo aumento de casi el doble de los casos, siendo el denominado ciberbullying un componente importante.

Y es que aunque la escuela debería ser siempre un espacio en el que el alumnado se sintiera seguro, desgraciadamente, no siempre es así. Hay alumnos que sufren acoso y las consecuencias pueden llegar a ser muy graves tanto en la salud física, en el bienestar emocional (ansiedad, estrés, depresión, ideación autolítica) y en el rendimiento académico, especialmente si es reiterado en el tiempo, sin olvidar que también puede repercutir negativamente en los acosadores y testigos.

Por este motivo, la Conselleria de Familias y Asuntos Sociales y la de Educación y Universidades elaboró tiempo atrás ​​un protocolo en el que se puso en marcha un circuito para el tratamiento psicológico de menores afectados por situaciones de acoso y violencia escolar, dentro de los cuales se encuentra este programa de asesoramiento y tratamiento psicológico que ahora ha sido licitado para su gestión.

El procedimiento para la detección de casos está prefijado y son los centros docentes o equipos de profesionales que determine la Conselleria de Educación los que, tras detectar los casos abrirán su protocolo de acoso, en cuyo transcurso, si llegan a la conclusión de que el alumno necesita tratamiento psicológico, cumplimentarán el documento de derivación y la solicitud de atención firmada por los progenitores.

A partir de ahí es el denominado Servicio de Familias de la Conselleria de Familias y Asuntos Sociales el que recibirá la derivación, abrirá expediente administrativo, estudiará su idoneidad y comprobará que el alumno afectado cumple los requisitos para iniciar tratamiento, por lo que remitirá el caso al gabinete de atención especializada que resulte adjudicatario de este concurso público.

En un plazo que no puede superar los cuatro días (96 horas) los especialistas se podrán en contacto con la familia del alumno para iniciar el tratamiento psicológico tras comunicar al Servicio de Familias el nombre del profesional que asumirá el caso.

El terapeuta se coordinará con los equipos docentes profesionales de los centros educativos correspondientes. El máximo de sesiones, contando tanto las individuales como las grupales serán de 13 por alumno y una frecuencia que dependerá de la evolución del caso. En las sesiones individuales se podrá atender al alumno y a la su familia, y la duración de éstas será de una hora y de hora y media, y un máximo de dos para las sesiones grupales.