El desvío de 580.000 euros de los fondos de la ecotasa al concierto musical del Grupo Prisa ya ha generado las primeras fisuras en el pacto de izquierdas que gobierna en Baleares y que conforman el PSOE, Unidas Podemos y la formación separatista Més per Mallorca. El portavoz de Podemos en el Parlament, Alejandro López, sostiene que el Impuesto de Turismo Sostenible, conocido como la ecotasa, «debe servir para preservar los recursos naturales de nuestras islas y no para financiar conciertos multitudinarios de grandes empresas».
Para el diputado de Podemos, «reactivar la economía significa ayudar a las empresas que peor lo han pasado, no a grandes empresas que no necesitan ayuda». Como ha ido desvelando OKBALEARES, el Govern de Francina Armengol ha desviado 580.000 euros de la ecotasa al concierto de Los 40 Principales celebrado el pasado viernes en Palma. Este hecho no ha sentado nada bien en los socios de Armengol y se ha abierto una importante brecha en el pacto de izquierdas aunque de momento sólo Podemos se ha pronunciado públicamente.
El portavoz de Podemos afirma que ante la situación de emergencia por la Covid-19 «fue normal que este fondo medioambiental también se destine a fines sanitarios y sociales y a reactivar la economía», tal como se ha hecho. Sin embargo, añade Alejandro López, la decisión de financiar la gala «es una decisión de una parte del Govern que no compartimos por mucho que la normativa lo permita».
Para Podemos, reactivar la economía «tiene que ver con ayudar» a pequeñas y medianas empresas, autónomos y trabajadores, y «no a grandes empresas que probablemente no necesitaban ningún tipo de ayuda para llevar a cabo conciertos de esta magnitud».
López ha insistido en que este impuesto «se creó para paliar el daño de la huella del turismo en nuestras islas y destinarlo a partidas que tengan que ver con la sostenibilidad ambiental de Baleares».
El Govern de izquierdas que preside Armengol creó este impuesto que pagan todos los turistas y visitantes de Baleares ante las protestas de los hoteleros, que se ven obligados a actuar como recaudadores. Además, consideran que con la ecotasa Baleares pierde turistas.
Con el tiempo la ecotasa ha quedado plenamente instaurada y los empresarios no han tenido más remedio que aceptarla, pero defienden, tal como prometió el Govern, que el dinero se destine a inversiones relacionadas con la mejora del medio ambiente, el paisaje o las infraestructuras hidráulicas. Realmente la ecotasa nació como un impuesto diseñado, orientado y dirigido a paliar la huella del turismo en Baleares. Lo que no cuadra con el espíritu de la ecotasas es desviar fondos a un concierto de Los 40 Principales.
Con la ecotasa se han realizado inversiones hidráulicas dado el mal estado de las depuradoras y la consiguiente contaminación del litoral. En 2020 el dinero se destinó a siete obras en infraestructuras hídricas y desaladoras en Formentera, Sóller, la Bahía de Palma, es Migjorn Gran de Menorca y Ciutadella. También se destinó dinero a dinamizar y conservar mercados y ferias, a promover el relevo generacional en el medio agrario, a la conservación del paisaje agrario, a cooperación e innovación agraria y al fomento de compra pública social y sostenible en restauración colectiva.
Otras inversiones fueron para la reforestación de espacios naturales y para la mejora de los torrentes, entre otras cosas.
El Impuesto de Turismo Sostenible lo pagan todos los turistas o viajeros que visitan Baleares y la recaudan los hoteleros. Son cuatro euros para los que se hospeden en hoteles de lujo, tres euros para alojamientos de gama media, dos euros para pasajeros de crucero y hoteles y apartamentos más económicos, y un euro por persona y día para campings y huéspedes de hostales. Los menores de 16 años están exentos.