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Alerta vecinal en Inca por la apertura inminente de un centro de acogida de menas

Tendrá una veintena de plazas y será gestionado por la Fundación Samu

Vox exige al alcalde del PSOE que verifique si cuenta con licencia de actividad

  • Indalecio Ribelles
  • Redactor de OKBaleares, información local de Palma, social y política. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

Alerta vecinal en Inca por la apertura inminente de un centro de acogida de una veintena de menas, dos meses después de que el Consell de Mallorca renunciara a la apertura de otro espacio de estas características en el antiguo polvorín de Santa Magdalena en esta misma localidad.

En este caso no sería la institución insular la que estaría detrás de esta instalación sino la denominada Fundación Samu regada con millones de euros en subvenciones por parte del Gobierno de Pedro Sánchez, y que también es la encargada de gestionar el centro de menas de la población mallorquina de Esporles.

La polémica por la apertura de este nuevo espacio para acogida de menas en Mallorca se produce en plena polémica entre el Ejecutivo central y las comunidades autónomas, incluido el Govern balear de Marga Prohens, por la negativa de éstas a aceptar el pacto para el reparto de menas alcanzado entre Sánchez y el prófugo Carles Puigdemont.

Los 59 menas que Sánchez le ha endosado a Baleares frente a los 20 de Cataluña, no harán más que disparar la sobresaturación de una red de atención que tutela y mantiene en estos momentos a 535 menores extranjeros, y que son ya más de la mitad de todos los que tienen bajo su custodia los consells insulares.

El nuevo centro de menas que aún no ha abierto sus puertas, estará ubicado en la zona rural del municipio mallorquín de Inca, en una finca privada. Como apunta Fanny Blasco, concejal y portavoz de Vox en esta localidad del centro de Mallorca, existe una gran preocupación de los vecinos del Camí de Can Cánovas porque «este es un camino privado donde los vecinos disfrutan de una gran tranquilidad».

«No vamos a permitir que se les arrebate», abunda la edil que recuerda que «ya que tenemos experiencia de robos, amenazas y allanamientos de morada en viviendas cercanas a otros centros de menas en Inca, y no queremos que esta situación se repita», apunta Fanny Blasco.

La portavoz del partido de Santiago Abascal ha denunciado las numerosas infracciones urbanísticas que presentan las instalaciones del futuro centro, cuya subsanación, apunta, requeriría el derribo de una infraestructura en la parte trasera del edificio principal.

Estado que presenta un lateral de la finca donde se ubicará el centro. Vox.

Por ello Blasco exige que el alcalde socialista del Ayuntamiento de Inca, Virgilio Moreno, «tome cartas en el asunto, ya que la apertura de este centro requeriría de las correspondientes licencias y firmas del alcalde».

Moreno el pasado mes de diciembre cuando estalló la polémica en torno al centro de menas que se iba a habilitar en el antiguo polvorín de Santa Magdalena, y que después se descartó, se opuso a su apertura dado el rechazo vecinal suscitado entre los más de 35.000 residentes del municipio.

La concejala de Vox ha criticado la política del Gobierno central en materia de inmigración, acusando a Pedro Sánchez de «repartir cheques a través de fundaciones como SAMU, que se dedican exclusivamente a cobrar subvenciones a cambio de montar centros de menas».

Finalmente, ha criticado la reciente apertura de un quinto piso en Inca para acoger también a esta población y ha denunciado la falta de viviendas para los jóvenes locales.

«No tenemos casas para nuestros jóvenes, pero sí para los ilegales», ha lamentado Blasco.

Por ello Blasco ha asegurado que su grupo municipal hará todo lo que esté en su mano para evitar la apertura de este centro y «proteger los intereses de los vecinos de Inca». Por ello ha anunciado que este viernes día 28, de 10 a 14 horas, habrá una mesa informativa en la calle Jaime II frente al hospital San Juan de Dios, para informar a todos los ciudadanos de la situación actual.

También la plataforma de vecinos del Puig de Santa Magdalena se ha movilizado contra el proyecto porque aseguran que el espacio no cumple los requisitos necesarios: se encuentra en una zona rústica, a más de tres kilómetros de cualquier núcleo urbano, con un acceso deficiente por caminos estrechos y en mal estado, sin alumbrado ni aceras, por lo que cuestiona su viabilidad.