Pedro Olloqui: «Quien quiera comprender a Goya, debe venir primero a Aragón y conocer a los aragoneses»

• Paula Ciordia @paulaciordia
• Zaragoza
• Periodista y filóloga. Corresponsal en Aragón.
• • 02/11/2024 06:45
  • Actualizado: 02/11/2024 06:45

OKDIARIO conversa con Pedro Olloqui, el director general de Cultura de Aragón, en el museo Pablo Serrano de Zaragoza, dedicado a la figura del «impulsor del arte abstracto en nuestro país», como sostiene. Hablamos del genial escultor y el legado de su arte abstracto. También de Francisco de Goya, su carácter aragonés y el aniversario de su bicentenario y del próximo museo dedicado a su figura, que aspira a convertirse en el epicentro del artista en el mundo. Nos adentramos también en las raíces populares, como la jota, apunto de ser declarada Patrimonio de la Humanidad, y de la tauromaquia, una pasión compartida por estos dos artistas universales.

«Aragón vive una época de oro»

PREGUNTA.- Haciendo un homenaje a Pablo Serrano y su apuesta por la modernidad. Pedro, has dedicado unas palabras muy duras a la labor del Ejecutivo anterior. Hace poco dijiste que la labor estaba oxidada… ¿Cuál es tu propuesta cultural?

RESPUESTA.- Quiero dejar claro que yo no dije que la cultura era la que estuviese oxidada, al contrario, vive una época de esplendor, de edad de oro. Lo que digo es que las instituciones públicas debemos saber que no es nuestra, sino de la gente, y nuestra labor es difundirla. En este sentido, la programación estaba oxidada. Tenemos que modernizarnos al ritmo que nos demanda la cultura aragonesa.

Hay una generación en el mundo de la literatura, encabezada por Irene Vallejo, premio de las Letras Aragonesas de 2024; las compañías de teatro están teniendo un éxito en la geografía española; las artes plásticas, tenemos como exponente a Moñu, cuya obra fue la más fotografiada en Arco… En la música, tenemos a Enrique Bunbury, o al inventor del rap en Aragón, Kase. O junto con Violadores del verso. También la jota está renovando la expresión de la cultura popular en España, están a la última de la innovación, hasta el punto que van a ser reconocidos como Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Nuestra apuesta es defender el ADN aragones en la programación y apoyarnos en el territorio. Zaragoza tiene una programación cultural de primer nivel europeo, pero hay que abrirse a toda la región. Todavía no hemos curado la cicatriz del franquismo, en su elogio por el ruralismo. En tercer lugar, la cultura no es sólo audiciones. Vamos a hacer que la cultura sea una experiencia memorable.

P.- Siguiendo con la biografía de Pablo Serrano, que llevó su arte a Europa, a América. Da mucha lástima que pese a la edad de oro que vive Aragón, no se diga que nuestra tierra es tierra de artistas. ¿Cómo se logra?

R.- El museo Serrano es de primer nivel, empezando por su arquitectura fruto de José Manuel Pérez Latorre. Los artistas aragoneses fueron los inventores de la modernidad de las artes plásticas en España. Esta memoria del origen de la modernidad, es lo que guarda el Pablo Serrano. Aragón enseñó a pintar de otra manera, puesto que la abstracción se creó aquí, compartiéndola después con la escuela de abstracción catalana, siendo Tapias un gran maestro, o los escultores de hierro vasco.

De forma que no es un hecho aislado lo que sucede en la actualidad. El grupo el Paso tuvo un papel fundamental y fue la vanguardia de este país con Pablo Serrano, Manuel Viola, Saura, y con Juana Francés, aragonesa de adopción y pareja de Pablo Serrano.

Nosotros vamos a colaborar con todos los departamentos y las administraciones que sea posible, desde el Ayuntamiento de Zaragoza hasta con cualquiera de los 751 municipios aragoneses y las diputaciones provinciales y nacionales. Es descabellado que nunca haya habido una colaboración con Turismo.

Goya en Aragón

P.- El bicentenario de Goya está en el horizonte. Sé que tiene pensado un revulsivo en Aragón, convirtiéndola en el epicentro mundial del artista. Hay un museo en ciernes y un itinerario temporal hasta llegar a 2028. Cuéntanos un poco más.

R.- Aragón tiene que resolver su relación con Goya y el ejemplo es el museo que vamos a impulsar en los antiguos juzgados de Zaragoza. Con frecuencia me dicen que tenemos que colocar a Goya en el lugar que se merece, pero eso lo dejó resuelto él antes de su fallecimiento, pues ya era un mito en la historia del arte.

Goya era un tipo astuto y muy aragonés, y nos dejó otro legado, por el que teníamos que tomar conciencia de cómo éramos en esta tierra. Goya nos invita a que contemos que él es lo que es por ser aragonés. Si hubiera sido levantino, por ejemplo, hubiera sido distinto. Se hubiera parecido más a Sorrolla.

Goya es lo que es por su forma de pensar, sentir y relacionarse y tiene que ver mucho por cómo somos en nuestro imaginario colectivo. Yo lo resumo en lo siguiente: Goya es diferente por su capacidad de expresar la decepción de la ruptura entre su mundo real y su mundo ideal.

Goya empieza a pintar como un idealista, porque los aragoneses somos unos idealistas, en el sentido de que creemos en un mundo mejor, pero nuestra decepción cuando no se produce, es enorme, y tenemos un tinte dramático a la hora de expresarla. Nadie lo hace mejor que Goya, y eso vive dentro de nuestra cultura popular.

Por tanto, quien quiera comprender a Goya debe venir a Aragón para comprender cómo somos los aragoneses, y después ver al artista. En el museo del Prado se puede contemplar sus obras, pero es una forma más vacía.

En el horizonte del año 2028, vamos a surcar un itinerario lleno de acontecimientos en colaboración institucional, incluso con el Ministerio de Cultura, que está teniendo una reacción positiva. Jorge Azcón está siendo capital en esta apuesta, como el Ayuntamiento de Zaragoza, en su esfuerzo titánico. Por cierto, Goya firmó mucho tiempo como Goya Caesaragustano.

El desafío de la turisficación

P.- En este sugerente horizonte cultural, hay una preocupación latente: la turistifación. Hay muchas regiones que están muriendo de éxito. ¿Cómo evitar que nos pase en Aragón?

R.- Aquí sabemos hacer bien las cosas. No siento amenazas, siento oportunidades. El ejemplo de Ordesa es evidente. Hay una gran demanda para visitar este espacio natural, pero sabemos atender la demanda. Si lo sabemos hacer bien en un espacio natural, ¿cómo no lo vamos a saber gestionar en otros espacios?

Yo invito a que tengamos visitantes inquietos por conocer nuestra cultura aragonesa y es el gran reto que tenemos: no quedar olvidados. No nos puede entrar vértigo, miedo al futuro, por este nuevo Aragón crazy. Estamos cansados de los hastíos bestias, de los que hablaba Labordeta, por el olvido centralista de Madrid. Hemos levantado una bandera que invita a conocer Aragón porque es irrenunciable para conocer España.

«La tauromaquia es irrenunciable»

P.- Pablo Serrano, Goya, fueron amantes de la tauromaquia. La tauromaquia es un baluarte que enraíza con lo que somos. Algunos quieren que dejemos de lado y obviemos este legado que forma parte de su arte, mientras que a los taurinos se nos llama bárbaros…

R.- Yo creo en un Aragón entero, sin complejos ni prejuicios. La aproximación a la tauromaquia se debe hacer desde el respeto y tolerancia, porque forma parte intrínseca de la cultura española y ha sido un elemento de fascinación internacional, por lo que de alguna manera es irrenunciable. Muchas veces ha sido tratada desde los prejuicios y ha provocado conflictos innecesarios, nosotros no vamos a ser partidarios de que se produzcan.

Turismo religioso y cultural

P.- Otro aspecto peliagudo del que no se habla es la eclosión del turismo en lugares sacros hasta el punto de dar la impresión de farisear con los templos. El patrimonio es fantástico, pero a veces se olvida que es una forma de introducirse en la maravilla de Dios. De hecho, siguiendo con el hilo de esta entrevista, a Pablo Serrano le debemos la estampa de la basílica del Pilar con su escultura exterior. ¿Cómo podemos encontrar el equilibrio?

R.- El lugar más visitado de Aragón es la basílica del Pilar. Es comprensible, está llena de fenómenos que generan fascinación. El 12 de octubre es un vehículo de difusión de la españolidad para el mundo entero, del que nos sentimos muy orgullosos. En este sentido, hay una colaboración magnífica entre el Gobierno de Aragón y las diócesis. El obispo D. Carlos tiene una gran vocación institucional de primer nivel, que está facilitando multitud de proyectos. No hay ningún conflicto entre el turismo religioso y el cultural.

«Aragón es lo primero»

P.- Pedro, tú entrañas el paradigma de lo que pueden ser las ideologías políticas. Vienes desde una juventud más de izquierdas, ahora estás en un Gobierno que empezó con el bipartito PP y Vox. ¿Qué mensaje lanzarías para vencer los complejos culturales?

R.- Yo a la vida sólo le puedo dar gracias. Mi biografía es mi mejor patrimonio. Cuando le dice alguien sí a un presidente para aceptar las consecuencias de esta decisión y llega preparado con lo que tiene. Mi intención es dibujar un proyecto cultural donde Aragón es lo primero.