Aragón
ARAGÓN

Desvelamos el misterio: ¿qué hacen cuatro cabezas de reyes moros en el escudo de Aragón?

Este 23 de abril se celebra el Día de Aragón coincidiendo con el San Jorge, el patrón de la comunidad

En el escudo, está dibujada en la cruz de San Jorge con cuatro cabeza de reyes moros

Este emblema dará lugar a la bandera de Cerdeña

La historia mitológica de la fundación los pueblos queda resumida generalmente en su escudo, buen ejemplo de ello lo cumple Aragón. Este 23 de abril se celebra el día de San Jorge, patrón de la comunidad, pero son ya pocos los que conocen la fuerte e irrenunciable simbología cristiana que refleja nuestro escudo.

El escudo de Aragón presenta cuatro cuarteles, es decir, subdivisiones, que corresponden cada uno de ellos a un emblema diferente. Pues bien, hasta en tres de las cuatro secciones, está representada una cruz, cada una con distinto mensaje, pero teniendo todas en común la victoria cristiana frente a la invasión musulmana.

Es precisamente en este aspecto donde la figura de San Jorge cobra sentido y protagonismo, y no sólo en Aragón sino en otras partes de nuestro territorio nacional, como Cataluña, así como fuera de nuestras fronteras (Inglaterra, Georgia, Alemania, Francia, Italia). La tradición fecha el día de su muerte el 23 de abril, en el transcurso de la persecución decretada por el emperador Diocleciano del año 303.

San Jorge matando al dragón. Grabado de Albrecht Dürer (1505), BNE.

San Jorge pasó a ser el protector de los guerreros y en el transcurso de la Edad Media, se hizo suya la leyenda de la lucha de San Jorge contra el dragón, a partir de la publicación de la Leyenda Áurea de Jacobo de la Vorágine. Que es, en suma, la alegoría del enfrentamiento del bien contra el mal.

Los cruzados

En Aragón, el culto a San Jorge fue traído en los siglos XI y XII, por medio de los cruzados de Tierra Santa. Tal vez recordando la gesta de Alfonso I el Batallador, más presente en el urbanismo de Zaragoza, por su imponente escultura en el parque grande, así como por dar nombre a una de las arterias vertebrales del centro de la ciudad, caeremos en la cuenta que nuestra historia aragonesa, se basa en las reconquista cristiana.

Alfonso I el Batallador conquistó la ciudad de Zaragoza el 18 de diciembre de 1118. Su hermano mayor, Pedro I, rey de Aragón, lo logró veinte años antes de Huesca. Y fue esta célebre victoria la que dio el sentido legendario a San Jorge como protector de Aragón, tal y como refleja el historiador Jerónimo Zurita en sus Anales de Aragón.

Las cuatro cabezas y San Jorge

El emblema de las cuatro cabezas de reyes moros refleja mejor que nada la cosmovisión antigua sobre el misticismo de la victoria y el honor de los antiguos por rendir culto a sus protectores. El mundo antiguo no se puede comprender sin la fortaleza de la fe de aquellas gentes. Precisamente de este emblema, tomará fiel reflejo la bandera de Cerdeña, que son precisamente el fragmento de este cuartel de la bandera de Aragón.

Bandera de Cerdeña (Italia).

En el caso de la génesis de lo que sería España, sin el sentimiento arraigado de Cristo que dio lugar al espíritu épico de la reconquista, España no sería España. Para entender este emblema, debemos remontarnos a 1096, sólo treinta años después de que Aragón se constituyese como reino, como más adelante veremos.

En aquel año, tuvo lugar, en la conquista de Huesca, una batalla inolvidable en el acervo popular aragonés. Se trata de la batalla de Alcoraz a las órdenes del rey Pedro I, que supuso un antes y un después para los ánimos de los vencedores, pues sería la primera gran población que los aragoneses del Pirineo conseguían arrebatar de forma definitiva al Islam, puesto que permitió a los reyes de Aragón iniciar la expansión por las tierras del Somontano hasta llegar tiempo después la zona del Valle del Ebro, con Zaragoza.

Se dice que en aquella batalla del Alcoraz (los futboleros recordaran que así se llama el estadio de la Sociedad Deportiva Huesca), los cristianos eran superados numéricamente por los musulmanes y que en ella intervino el mismísimo San Jorge, a lomos de un caballo a acompañado de otro guerrero alemán, siendo ambos imprescindibles para la victoria conseguida.

Según cuenta la tradición, al día siguiente aparecieron cuatro cabezas decapitadas de reyes moros, que serán las que queden reflejadas en dicho emblema, en cada uno de los lados de la cruz de San Jorge, el mártir de Capadocia, un valiente oficial romano que fue sometido a torturas y decapitado por declararse cristiano.

El rey, vasallo de la Santa Sede

El cuartel que aparece en la parte inferior junto con la cruz de San Jorge y las cuatro cabezas de los moros, también tiene un sentido netamente católico. Las barras de oro y gul (rojo) son comunes de aquellos territorios de la corona de Aragón (como Cataluña, Valencia, Mallorca, Sicilia, Cerdeña, Córcega, Provenza, Rosellón, Cerdeña…)

¿Por qué? Según sostienen los historiadores, se basa en la temprana vinculación del reino de Aragón con la Santa Sede. El rey Sancho Ramírez (1064-1904) viajó a Roma unos años antes de que Huesca fuera conquistada por su sucesor Pedro I, con el compromiso de hacerse vasallo de la Santa Sede.

El hecho es alucinante. Pedro I logró ser el único rey católico en alcanzar este distinción en la península en el s. XI, de tal forma que Aragón quedó bajo la protección especial de la Santa Sede. Al parecer, el papado expedía con sus documentos unas cintas de seda roja con hilos de oro para sujetar el sello del pontífice.

De ahí pudo haber adoptado el rey de Aragón estos colores papales como propios, lo que dio lugar a su vez posteriormente a la bandera de nuestra comunidad y el resto de las regiones comunes a la corona de Aragón. Por eso, en el escudo de España, la corona de Aragón queda representada por estas cuatro barras de oro y gul, incluyendo con ello el resto condados y reinos pertenecientes a la dicha corona de Aragón.

El escudo de Aragón

El escudo de Aragón está rematado por una gran corona que recuerda que Aragón fue un reino durante nada más y nada menos que ocho siglos, desde 1035 hasta el s. XVIII. Pues fue en 1035 cuando Aragón dejará de ser un condado regido por el reino de Pamplona, suponiendo el nacimiento oficial del reino de Aragón, con su primer rey, Ramiro I.

Escudo de Aragón completo.

Precisamente de esto nos habla el primer cuartel de la izquierda, que luce sobre un fondo azul (conocido en heráldica como azur), una cruz de plata muy especial. Se trata de la cruz que cuenta la leyenda que se apareció al considerado primer rey de Pamplona, Íñigo Arista, en plena batalla contra los musulmanes, y que pasó a considerarse como un símbolo de la resistencia en los núcleos montañeses frente a la ocupación islámica.

De ahí que, como el reino de Aragón no se entiende sin el de Pamplona, los aragoneses quisieron dejar constancia en un emblema de la estrecha vinculación que tuvieron entre reino y candado.

La cruz sobre el árbol

Hemos querido dejar para el final la explicación del primer cuartel, donde aparece un encina con una cruz sobre ella. La razón se debe a que este emblema no se incorporó hasta más adelante. Al parecer a finales del s. XV empieza haber constancia de ello, pero no antes y el motivo de su inclusión se debe a un asunto político más avanzado que no nos compete ahora su explicación.

Solo advertir que, nuevamente, su simbología es también una reivindicación de la reconquista, con aras de inmortalizarla. El emblema pertenece a la historia del reino de Sobrarbe, que se convirtió en un símbolo mítico, pues se cree que los cruzados altoaragoneses que marcharon desde el monasterio de San Juan de la Peña hasta Aínsa, para enfrentarse a los musulmanes, vieron aparecer una cruz roja sobre una encina verde, en el momento que parecía que iban a perder la batalla. Tras esta aparición los cristianos lograron la remontada y vencer a los moros. Lo que dio lugar también al topónimo «Sobrarbe» por «sobre-árbol».