Viajes

La vuelta al mundo más deliciosa (y sorprendente) de la mano de Paco Roncero

Hay muchas formas diferentes de dar la vuelta al mundo. Hay quien se lía la manta a la cabeza y coge su mochila para recorrer el mundo. También quien tienta a la suerte apuntándose a esos programas en los que te pagan por viajar. Por su parte, los viajeros con un presupuesto más holgado pueden optar por dar la vuelta al mundo a bordo de un avión de lujo, aunque si el dinero es un problema siempre queda la opción de ‘viajar’ sin salir de casa gracias a Google Maps o incluso al Kamasutra. Pero hoy os vamos a hablar de la vuelta al mundo más deliciosa (y sorprendente), la que ofrece el cocinero Paco Roncero.

Los comensales se preparan su propio cóctel al llegar. Un cóctel ¡que se remueve sólo en el vaso!

Gracias a Kayak el blog de Viajes de OK Diario tuvo el privilegio de adentrarse en el Taller de Paco Roncero, un lugar ‘escondido’ dentro del Casino de Madrid (calle Alcalá, 15) en el que el reputado chef español tiene su laboratorio. Este pequeño espacio lleno de tecnología hace las veces de laboratorio, donde Paco Roncero y su equipo experimentan para posteriormente ofrecer una cocina de vanguardia. Como la que unos privilegiados pueden disfrutar en Sublimotion, el restaurante de Ibiza que se ha hecho famoso por tener el cubierto más caro del mundo: un sitio en su mesa cuesta 1.650 euros por persona.

Aunque no es posible que reservar mesa como si de un restaurante tradicional se tratase, en determinadas ocasiones especiales el Taller de Paco Roncero abre sus puertas, como sucedió para celebrar el Día Mundial del Turismo. Y nada mejor que conmemorar una efeméride así que invitando a un grupo reducido de ocho personas a viajar de una manera original: degustando un menú especial compuesto por platos de lo más sorprendente procedentes de todos los rincones del planeta.

El propio chef prepara en el momento algunos de los platos que se sirven en el menú

Una experiencia que te deja sin palabras

El propio Paco Roncero ejerce como maestro de ceremonias durante las casi tres horas que dura la experiencia. Porque esto no es simplemente una comida más, sino una aventura que estimula los cinco sentidos de los comensales: contemplando las proyecciones sobre una mesa que parece tener vida, escuchando un hilo musical que te mete de lleno en el país que estás visitando, manipulando una vajilla muy poco convencional, respirando todo tipo de fragancias que te hacen teletransportarte a recuerdos de tu pasado y, por supuesto, degustando todo tipo de sabores con unas combinaciones que te estallan directamente en el paladar.

Aunque no lo parezca, esta paella no tiene ningún grano de arroz. ¡Son bolitas de aceite de oliva!

“El mayor problema que tiene este tipo de experiencias es que es muy difícil de explicar con palabras. La única manera de descubrir realmente lo que sucede aquí es viviéndolo por ti mismo”, nos cuenta Paco Roncero al darnos la bienvenida. Y tiene razón porque alguien que haya probado este menú te podrá decir que ha comido una paella sin un grano de arroz hecha a la brasa, todo tipo de hortalizas en miniatura recogidas directamente de un huerto, un bocadillo de gazpacho, una pizza que llega en globo a la mesa o un postre que ha sido ‘dibujado’ en el momento sobre un lienzo. Pero no será hasta que lo veas con tus ojos, lo pruebes con tu boca, lo toques con tus manos, lo escuches con tus oídos y lo respires con tu nariz cuando te des cuenta de lo que de verdad significa esta propuesta.

Además de lo poco habitual de su concepto, el gran atractivo de esta vuelta al mundo gastronómica (ya sea en el Taller de Paco Roncero o en Sublimotion), es que “los comensales se sienten parte de ella. No son espectadores pasivos, sino que interactúan con todos los platos y se convierten en parte protagonista del menú”, cuenta el chef. Eso y que te sientas a la mesa con el principal responsable de todo esto, un cocinero con dos estrellas Michelín y tres Soles Repsol en su currículum, que te va explicando todo lo que sucede a tu alrededor. Un espectáculo único para el que hace falta un equipo de catorce personas.

Recoger las hortalizas y llevarlas directamente a la boca. Así es El Huerto, uno de los platos estrella

El menú de la vuelta al mundo de Paco Roncero

El viaje se inicia en Europa…

Después la expedición pone rumbo a Asia…

Aquí no hay platos. Toda la comida se sirve en una espectacular vajilla hecha especialmente para la ocasión

América es la penúltima parada en el camino…

Y el broche de oro se pone en el Mundo…

Todo esto regado con el mejor acompañamiento…

¿Alguna vez te has comido un postre dibujado sobre un lienzo?

Nuestro consejo: si tienes la oportunidad de experimentar por ti mismo la vuelta al mundo de Paco Roncero, ¡hazlo sin dudar! Será una velada que no olvidarás jamás…