Facebook: Un nuevo reto viral consiste en mojar los testículos en salsa de soja

Dentro de los retos virales más absurdos que existen, las primeras posiciones estarán ocupadas por pruebas tan absurdas como ésta. Mojar los testículos en salsa de soja es de lo más absurdo que existe. Los aventureros que deciden poner esa parte de su cuerpo en salsa de soja se graban experimentando una especie de éxtasis. Según algunos expertos los testículos tienen papilas gustativas, con lo que pueden notar, a su manera, los gustos de los alimentos. Algo tan especifico como la salsa de soja parece que hace estragos entre los jóvenes.

Los testículos tienen papilas gustativas

When you find out your testicles can taste Soy Sauce

Tf is wrong with me lol pic.twitter.com/fqwdY4YhOc

— The Ghostman 👻 (@theghostmantv) January 28, 2020

La leyenda urbana convertida en prueba de estudio afirma que los testículos tienen papilas gustativas, llevó a estos jóvenes a intentar experimentarlo. Teléfono en mano prepararon unos cuencos para comprobar si realmente notan el sabor de la salsa. Algunos de ellos afirman que les viene el sabor característico de este elemento.

En 2013 se publicó un estudio que afirmaba de forma continente que los testículos podían notar ciertos sabores. Las pruebas sensoriales realizadas sacaron a la luz la relación de la fertilidad con ese supuesto sentido del gusto. A partir de ese momento y con algunos datos más, muchos jóvenes han decido ponerse a prueba de esta curiosa manera y con las redes sociales de testigos. Con sus partes cubiertas para que no salgan a la luz han realizado tutoriales sobre cómo mojar los testículos en salsa de soja.

La salsa se coloca estratégicamente para que cubra a la perfección esta parte del cuerpo. Las distintas caras de los protagonistas de este reto lo dicen todo. Pueden sorprenderse por la temperatura, esta parte del cuerpo es muy sensible a los cambios y al mojarse pueden enfriarse más. Algunos han dicho que realmente notan el gusto de la salsa de soja, aunque es poco probable que sea un sentido del gusto tan exacto como el de la lengua.