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WhatsApp

Cómo influye el uso de WhatsApp en la relaciones interpersonales

  • Nacho Grosso
  • Cádiz (1973) Redactor y editor especializado en tecnología. Escribiendo profesionalmente desde 2017 para medios de difusión y blogs en español.

¿Alguna vez has pensado cómo te afecta el uso de WhatsApp? Para bien y para mal tiene siempre unas implicaciones más que evidentes. La app, propiedad de Meta, tiene más de 2200 millones de usuarios activos en todo el mundo. Vamos a hacer un recorrido sobre todo aquello en lo que WhatsApp te afecta.

Los aspectos positivos de WhatsApp

No cabe duda de que WhatsApp, o la app de mensajería que uses, permite una comunicación instantánea y gratuita. ¿Cuántas buenas noticias has recibido de parte de alguien que se encuentra lejos? ¿Quizás tu pareja o un familiar está lejos? WhatsApp permite realizar videollamadas de muy buena calidad o bien, compartir contenidos como foto o video. Ya no es un problema no estar físicamente presentes, la aplicación es una perfecta aliada en momentos como la Navidad.

Los grupos son también uno de los aspectos positivos de WhatsApp, aunque es necesario saber cumplir ciertas normas y no tener más grupos de los estrictamente necesarios. Por ejemplo, quedar con los amigos del gimnasio o de la promoción de EGB de 1987 es mucho más sencillo gracias a ellos.

WhatsApp también nos proporciona la oportunidad de tener controlados a nuestros hijos menores gracias a compartir la ubicación en tiempo real, lo que no deja de ser una medida de control muy efectiva. Sin duda, una de las mejores opciones de uso de WhatsApp.

Y los negativos…

Si hay algo que el uso indiscriminado de la app produce es la sobrecarga de información. La constante necesidad de responder mensajes y la presión de estar siempre disponible pueden generar ansiedad y estrés en algunos usuarios. Por eso es muy importante saber poner límites.

La comunicación a través de mensajes de texto puede llevar a malentendidos debido a la falta de señales no verbales, como el tono de voz y el lenguaje corporal, lo que a veces resulta en conflictos innecesarios. Aunque esto es algo que se ha visto mitigado gracias al uso de las notas de voz y de los emojis.

Finalmente, la dependencia excesiva de WhatsApp para comunicarse puede disminuir las interacciones cara a cara, que son fundamentales para construir y mantener relaciones profundas y significativas. Se está perdiendo esa oportunidad de marcar un número y hablar con alguien. De hecho, he notado que tengo amigos con los que no me comunico demasiado que se sorprenden cuando les llamo.

Pero es evidente que WhatsApp llegó a nuestras vidas en 2009 para quedarse y que, probablemente, siga manteniéndose en primera posición como la app más descargada de la historia y la segunda que más usuarios tiene después de Facebook.